lunes, 12 de diciembre de 2011

Séptima Veintena - Capítulo Final


INTERACCIONES Y CURIOSIDADES

Para sellar lo llamativo de esta etapa voy a recalar en un miércoles por demás especial. Había sido llevado yo por mi amigo “el pampa” Fabricio a una capacitación para vender uno de los mejores whiskys del mundo, por supuesto escocés. Eran las 11am y todos los “asesores” estábamos ansiosos por comenzar a oír la cátedra que nos daría un argentino pelón y especialista en este tipo de bebidas espirituosas secas. Luego de más de una hora escuchando al erudito repasar el proceso de elaboración, destilación y añejamiento de los whiskys, de catar con mucho gusto algunas de estas obras de arte del alcohol, los modistas se abocaron a tomar las medidas para nuestros trajes. Ya para las 13:30hs nos invitaron a pasar al buffet del lujoso hotel donde nos citaron, para degustar un almuerzo de ensueño, ciertamente venía yo con ansías de una buena comida y por suerte en esta ocasión pude redimir a mi estómago. Además del lujo en sí que el hotel ostentaba, sus alimentos no fueron la excepción: en total accedí a devorar 4 platos cargadísimos (onda restorán chino). Entre los manjares había carnes (cerdo, pollo y vaca) todas sazonadas a más no poder con salsitas, algunas más picantes que otras, por otro lado uno podía servirse ensaladas muy variadas, y para que no nos olvidemos en qué país nos encontrábamos había 3 diferentes tipos de frijoles, sumado a jalapeños y demás chiles como para sacudir un poco más la pancita. Junto a estos platillos se dejaban ver otros menjunjes bien típicos y grasientos, de hecho probé algunos como para despejar la duda, si bien ninguno me pareció gran cosa, por esto fue no me molesté en averiguar cuáles eran sus nombres. Una infinidad de panecillos condimentados y crackers caseras hacían asimismo poner en acción a los dientes, quiénes sufrieron de una actividad laboriosa. Bebimos las “aguas frescas” más conocidas: tamarindo, limón, guayaba, mango, fresa y manzana (faltaron un par de las que vendía el chavo del 8). Una serie de postres indescriptiblemente insalubres marcaron el final de la comilona, por cierto no le entré a ninguno porque anteriormente había morfado como para 3 personas. El cigarrillo fue el postre que mejor me pareció encarar, y así concluyó ese miércoles en que el no sólo pude deglutir como nunca lo había hecho desde mi llegada al D.F., sino que además fue el puntapié de lo que sería mi afinidad con esta agencia de promociones que aún me sigue manteniendo económicamente (y por ende gastronómicamente).

Una interacción que estuve manteniendo, de la que no me enorgullezco (más que por haber sobrevivido a la misma), ha sido con las grandes ratas callejeras. Fue algo que pasó a ser común, aunque nunca pude disimular el miedo y la sorpresa con cada uno de los cruces que estos roedores monstruosos me hicieron sentir. Una noche venía llegando a mi casa, sobre las 2am, y cuando estaba doblando la esquina veo a una rata colosal dirigirse en dirección a mí...Desde ya que me quedé petrificado, pero por suerte dobló para otro lado a sólo unos 20cm de dar con mis pies (obviamente hubiese intentado darle una patada en su mugroso hocico). Días después venía por esa misma cuadra, miré hacia mi derecha y vi que en el asfalto había uno de estos ejemplares estampillado/a (uno/a menos). Unos días después (en otra Colonia) me encaminaba hacia lo de Roby, mientras esperaba el semáforo veo que a unos 10mts un super ratón avanzaba salvajemente en busca de algún agujero para recluirse de los humanos. Otra vez me quedé atónito y por adentros pensé: “La p… madre esta ciudad de m…..está infectadísima de estas ratas gigantes”. Y sí, no olvidemos que estoy en un lugar que antaño fue una laguna, los cimientos (casi en su totalidad) fueron construidos sobre barro, lodo o como quiera decirse. Entonces es como el clima y el suelo son propicios para los adefesios en cuestión; Encima hace unos días volvía de trabajar y vi como una ratoncita salía disparada desde adentro de una taquería a la cual siempre va mucha gente, a la cual por suerte yo no fui nunca…

Por otro lado, y menos asqueroso, he descubierto que acá mucha gente compra sus autos (carros) a través de Mercado Libre, de la misma forma en la que funciona en la Argentina. Es más, el querido Coco adquirió su camioneta “Explorer” por esta vía, y ya tiene pensado venderla por la misma. Incluso en México existe un parque automotor tan grande y tan agitado que muchas concesionarias se dedican sólo a vender “seminuevos”, los cuáles en sí no importa tanto de qué año sean, sino más bien qué nivel de rotura y fallas presenten. Entonces vos podes pasar frente a uno de estos comercios y presenciar una amplia gama de marcas de “carros”, las mejores, y advertir que tremendas naves están totalmente averiadas y hay gente que las compra así. Lo mejor es que por 3.000 dólares te uno puede hacerse de un “Ka” o un “Chevy” (el “Corsa” allá), considerando que no me refiero a autos rotos, sino más bien a que ese es el precio de estos carro pero "usado" (no chocados). ¿Baratito verdad?...

PERSPECTIVAS DE APRENDIZAJE

Volviendo a los animales, si bien ahora hablaré de otros más amistosos, les llegó el turno a las bonitas ardillas. No es difícil verlas subidas en cualquier árbol de toda la zona comprendida por los bosques de Chapultepec. El primer contacto visual que tuve con ellas fue mientras esperaba el colectivo para ir al trabajo, yo como siempre somnoliento y quizá a eso se debió que por un instante las vi como violentas; A los pocos segundos una de ellas bajo a la tierra y tras unos pasitos rápidos se frenó, casi paralizada masticaba un trozo de pan que halló. En eso apareció una niñita que se agachó para verla de cerca y hasta la acarició, por lo que aprendí que las ardillas se dejan tocar y que son inofensivas. Una ternura propia de Disney que me topo muy seguido, no hay dudas de que es realmente encantador cada encuentro de este tipo…

A la vez uno se acostumbra y baja las pulsaciones, cuando dormido y en camino a laburar, se da cuenta de que en muchas de las radios FM del Distrito ponen los mismos temas. Lo gracioso es que normalmente los podemos escuchar en el mismo orden y sonando casi siempre a misma hora. Todas esas canciones que tanto rotan por los boliches más populares son de la partida en mis viajes hacia la tienda. No sé si los operadores creen que la gente no se percata, o si efectivamente son los tracks que la gente más quiere escuchar, pero es asombroso porque hacen que parezca que uno vive siempre en el mismo día. También tengo que soportar a Los Tigres del Norte con Paulina Rubio cantando “Golpes en el corazón”, una canción que suena hasta el hartazgo, y de más está decir que no es fácil de tolerar.

Para cerrar debo decir que pude asimilar exitosamente cómo son al volante las mujeres. Siendo uno argentino (y pampeano) es obvio que soy algo imprudente a la hora de cruzar la calle o caminarlas; Lo innegable es que las señoras y señoritas no tienen piedad alguna a la hora de acelerar, mucho menos al momento de frenar para dejar que un peatón pase antes que ellas. Cual instinto asesino te tiran el vehículo sin más, y uno comprueba que son del sexo femenino cada vez que pasan antes que uno, o cada que vez juntan la moral necesaria para no atropellar a quién está cruzando la acera y detenerse. Después te ponen una cara de mala onda fatal y se esmeran en decirte con la mirada que la próxima vez no frenará...
Un peligro más para la golpeada sociedad mexicana, y nadie hace ni dice nada je...


Los espero en breve para continuar rememorando la vida en estos lares sagrados.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Séptima Veintena - Capítulo 2

UNA CAÍDA QUE NO FUE TROPEZÓN

Siguiendo con los momentos altos o no tanto que estuve protagonizando, voy a rememorar, sin demasiada emoción, lo ocurrido en una noche de viernes cuando en la tienda donde “chambeo” se llevó a cabo una peculiar venta nocturna. Antes que nada contarles en qué consisten estas jornadas atípicas, sucede que en uno o dos fin de semana por año las grandes tiendas abren sus puertas hasta altas horas de la noche, laboralmente implica varias horas extras; Así estos centros comercial triplican sus ventas, primero porque ofrecen descuentos y mensualidades (cuotas) para que la gente se gaste la vida (más), y segundo porque hasta que no se vaya el último cliente los dueños no pueden permitirse cerrar sus instalaciones. Las degustaciones se ofrecen de parte de unas 11, 12 marcas, por lo que los “gorrones” se dejan ver saltando en una pata (son los “chimangos”, típicos aprovechadores, los que prueban todo y nunca compran nada), por lo que ellos muy felices y los promotores viéndonos saqueados, en mi caso de un whisky sensacional (un non age blend, pónganle que puedo transmitirles su magia con estas palabras, “es imposhiiiblee”).

Mi rango horario fue de 12pm a 22pm, con una hora de descanso. Lo peor fue enterarme, ni bien llegué, de que el jefe del departamento de vinos no había pedido mi producto a los proveedores, lejos de haberlo hecho lo suficientemente a tiempo como para que ese viernes yo me encuentrara vendiendo mi botella. Por ende me aboqué a las otras versiones de mi marca, pero diezmado por la desazón de no poder lucirme como asesor en el día en que las ventas explotaban por todos lados. Para que se den una idea: en el departamento de electrónica los asesores vendieron mínimo un millón y medio de pesos cada uno entre LCD, plasmas colosales, auto estéreos y “home theaters” (“cine en casa” le dicen acá). Comencé a vender bien y terminé despachándome con 17 botellas, 6 de ellas fueron de "18 años" que por cierto vale un poco más de 1.000 “varos” ($). Finiquitado el trámite me dispuse a regresar, para ello tomé un camión que agarró por otro camino, claro, se trataba de un móvil que terminaba en Chapultepec (donde yo iba), pero el defecto era que finalmente tardaría unos 45 minutos más que el otro, o sea un una hora y media en total aproximadamente. Mientras ya me había dado cuenta de que el trayecto se alargaría por demás, el conductor me quitaba la paciencia acelerando con frío desdén y sin piedad alguna; Por su lado las callejuelas oscuras se sucedían y yo divisaba que en el respaldar del chofer decía “loquillo”. En eso el desacatado este intenta frenar de golpe, aunque yendo a 78km/h el badén inhóspito que se comió hizo que el camión y yo peguemos un lindo salto, a lo que intenté sujetarme de la barra de metal pero apenas pude hacerlo, de más está decir que lo verdaderamente malo fue al segundo siguiente cuando la caída se pronunció violenta…resumiendo, mi coxis se estrelló contra el escalón y mi cabeza contra el asiento; Luego del golpazo se levantó un polvillo de unos 3 años, el mismo provenía del suelo del colectivo, además de que fue un asco la intensidad que dejo en el aire. La respiración se hacía pastosa, un asco único, el chofer desde ya que jamás atinó a pedir perdón con un grito, ni levantó su mano siquiera (voltearse tampoco fue una opción). Mi mente estuvo dubitativa considerando al menos soltar alguna que otra frase para “chingarlo un tantito” al menos. Se la dejé pasar je, pero en realidad para no hacerlo enojar y para que se apurase en llegar a la estación, pasó una media hora y llegué aunque ya no pude detener a mi ser de maldecir incansable ante el dolor que empezaba a sentir en diversas partes de mi cuerpo.Fuck.


NOCHE ELÉCTRICA

Recordé esta experiencia y quiero extenderla, para no citarla en el capítulo final como una curiosidad más. Resulta que estábamos una buena noche en el antro “Pata Negra” (ubicado en la conchetita Colonia Condesa, dónde hacía yo mi segunda aparición en dicho sitio); Después de un par de “chelas” (birras) y bailotear en joda un largo rato, inadvertidamente nos vimos platicando con tres mexicanos que resultaron ser muy buena onda (digamos). Lo cierto fue que dos de ellos me invitaron a salir afuera a fumar un cigarrillo, y ni bien estábamos prendiendo nuestro cigarros (convidados por uno de estos dos güeritos), repentinamente al otro se le ocurre una brillante idea: darnos corriente (por 20$ cada uno). Aclaro, para los que no saben, que afuera de algunos boliches andan sueltos unos sujetos que portan un artefacto constituido por dos mancuernas de metal y unas perillas que tiran electricidad a través de un control remotamente cuidado, bien cutre. Yo no estaba convencido de querer curtir esta nueva onda, me parecía una boludez realmente; Pero estos dos no cesaron en su afán y sin dudar pagaron 60$ y se sometieron al shock, llegado mi turno le pregunté al dueño del circo si esto me iba a doler o algo, me dijo “naa”. Al animarme a sostener, fuertemente, las empuñaduras, aún me restaba recibir la descarga…hasta que de repente sube hasta mi cerebro el efecto de un rayo recorriendo mi cuerpo entero, descargando su vehemente energía por doquier. Cuando se me fue la sacudida sentía como si hubiera recibido un balazo de tequila en mis extremidades, la sensación fue bastante interesante (por así decirlo), de hecho estos mexicanos quisieron repetir la experiencia y así sería: con más énfasis estos bueyes compraron el servicio y nos volvimos a conectar con el dios de la luz portátil otra vez; Fue mucho más intenso el momento, se ve que una vez que nuestro cuerpo siente esa vibración queda mucho más receptivo y chispeante. Entonces este "ballotage" hizo lo suyo eléctricamente e implacablemente y me erizó todos los pelos, de paso sacó casi la mayoría del alcohol en mi sangre, sin embargo fue como una especie de vaciamiento energético lo que colmó mi ser (?). No me quejé en lo más mínimo, pero aún hoy no puedo entender cómo estos estímulos pueden ofrecerse así como así en la vía pública. Lo toman como lo más natural del mundo, lo disfrutan como si fuera un chiste espectacular, ¿lo hacen para sentirse mejor?...yo no lo recomendaría más que para probarlo una sola vez. Aguerrida amargura me provocó.


MÁS YANKEE IMPOSIBLE

Y no quiero dejar de enterarlos de lo que llegué a ver en aquellos días en los que aquí se conmemoró el "Día (semana) de los muertos". Es cierto que hay muchísima gente que aprovecha la ocasión para recordar a sus familiares que ya no están, que existe un ritual puramente mexicano en el cual hay que seguir una serie de pasos para que la ofrenda cumpla con su espirituoso valor sagrado. La parte que más me interesó fue la que emulaba las tradiciones "gringas", más que nada porque los niños se disfrazaban y salían a pedir dulces (o truco), si bien ignoren que esa emoción la adquirieron porque sus padres miraron muchas películas "yankees". Este fervor conocido como Halloween fue lo que dominó todas las palabras que escuché en aquellos días: que el disfraz, que la ofrenda, que la cena, que las bebidas, que las golosinas, que los fuegos artificiales, que los regalos...un nivel ecléctico que traspasaba cualquier intento por hacer de este festejo algo serio, recayendo en simple recoveco capitalista encomendado a vaciar billeteras (o una copia bizarra de la Navidad).

El sábado incluído en la semana de los muertos me aburrí de mí y salí caminando en busca del metrobús que me llevaría a lo de Coco, a las pocas cuadras pude advertir como la ciudad se veía influenciada por esta algarabía de cotillón. Cientos de personas haciendo nada en las esquinas, con maquillaje hasta el hartazgo, con la calavera como símbolo abundante de lo que algunos pocos entienden de qué se trata (en demasía). Sin ser nada similar a un xenofóbico debo destacar la impresión extraña que me causó pasar por la Zona Rosa (exclusiva para los homosexuales), allí los atuendos rozaban la ridiculez y la extroversión era casi absurda, se relamían de saberse como aprovechándose quizás pervertidamente de la ocasión, para "transexualisarze" (sic) y sacar a relucir sus más osadas prendas femeninas, estimo; La cereza se apreciaba al verlos besándose, en todas partes (cuello, dedos y nariz), generando un visible recelo entre lo que me pareció a mi que suscitaban las poses exhibidas por los habitantes, necesariamente conservadores, que andaban por la zona. A fin de cuentas se trataba de otra indiscutible excusa de los locales para embriagarse desde el alma hasta la coronilla...son culturas vistes...qué le vamos a hacer.


Nos leemos en breve cuando cierre con lo más estrambótico que me topé en estos 20 días...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Séptima Veintena - Capítulo 1

PERDIENDO LA DESCONFIANZA (nunca del todo)…

El tiempo transcurrido se prolonga inadvertido, avanza resolviéndose en ciclos (digamos bimestrales) tras los cuáles veo que en cuyo destino descansan ilusiones más que positivas. De hecho estos pálpitos, con el correr de las semanas, parece que acabarán por cristalizarse de una vez por todas; El tema preocupante estuvo radicando en que acá lo común es que las cosas se alarguen y estiren casi sin razón, uno confía en lo que le prometen y después nadie paga a tiempo ni cumple lo esgrimido, por lo que hay que adaptarse a que siempre hay una vuelta más para todo. Por eso la economía ha sido uno de los puntos sobre los que más redundó mi mente entre los días 120 y 140. Hasta ese entonces venía sobreviviendo con mi última reserva de dólares, los cuáles se merecen todo mi respeto por ser duraderos en cierto modo, pero como dice la canción "todo tiene un final, todo termina". Y por cierto un no tan buen día quedé en cero, en 0,0, por lo que debí pedirle prestado un par de billetes a mi amigo, manager, y consejero espiritual Santiago. Es crítico saberse sin un mango (lana le dicen acá), si bien al menos viva bajo un techo digno, la salvación podía entonces haber estado a través de la extensión de la tarjeta de mi amado padre, sin embargo cuando fui al supermercado a abastecerme de víveres descubrí que la tarjeta había expirado…(varias puteadas al aire de por medio)…La desesperación golpeaba mi puerta, con los últimos 13 pesos (antes de que Santi me diera el préstamo, fue al día de siguiente de esto) me dirigí hacia una despensa a buscar un paquete de arroz, lo cierto es que el paquete del integral costaba 14.50, así que le dije al flaco que me atendió: “a ver si llego…” y comencé a sacar monedita por monedita hasta que puse sobre su mesada mis benditos 13 pesos; El buey me miró con cara de lástima y me dijo comprensivo: “está bien no te preocupes, cuando tengas me traes lo que falta, en serio”. Entonces esa noche desesperanzada cené arroz con sal y aderezo césar, agua y un cigarrillo de postre. A la semana siguiente recibí un depósito de parte de la agencia que estoy trabajando que me ayudó a llegar a escribir esto, por otra parte remarco que la marca del producto lo dice todo:



No es que en esta ciudad el dinero se te vuele de las manos, aunque si uno se relaja y se aboca a gastar sin pensar, por unos días, se dará cuenta de que si bien en Argentina las cosas estén un poco más caras, acá no podría afirmar jamás que sea todo mucho más barato (mucho menos que sea sencillo ahorrar). Por lo que desde ese entonces he intensificado la minuciosidad en materia despilfarro, algo que en mis primeros dos meses no reparé mucho en hacer, y de seguro se debe a eso que me he alarmado económicamente, así que de aquí en adelante el relax turístico no se hará muy presente; Lo fundamental será adoptar una postura tercermundista  a la hora de administrar mis escuetos ingresos, mejor abocarse a disfrutar de la naturaleza y sus bondades…  


VIVIR SOLO CUESTA VIDA

Para dar el puntapié inicial en materia bizarreada, para esta nueva veintena, me detendré en algo que pasó de ser extraño y desubicado a ser un prejuicio mío que sólo contenía una triste realidad. Estaba yo trabajando en el colosal centro comercial donde voy 3 veces por semana, y en una de esas siento la necesidad de ir al baño para hacer lo primero (puedo ir sin pedir permiso por fortuna, así que ante la duda voy bien distendido y sin reparos). Consumado el hecho me dirijo al lavamanos en busca de agua y jabón, aclaro que no hay baño para el personal sino que utilizamos los mismos que usan los clientes; En fin, me puse mucho jabón, me enjuagué como corresponde, y cuando me doy vuelta para poner mis manos debajo del secador veo a un señor de espaldas, a unos 4 pasos de mí, que hacía ademanes incomprensibles, entre ellos un movimiento combinado y poco ortodoxo con su cintura, brazos y cabeza…Ni bien se voltea el hombre deja ver su "pingo" (sí, sí, "eso", perdón) colgando y para colmo se encaminaba a apoyarlo en el secamanos; A lo que instintivamente yo salí disparado para afuera, más que despavorido, mientras vi como se activaba el secador y el hombre intentaba acercar su elemento...burlesco. Semejante escena provocó que de inmediato les comentara a mis compañeros, de hecho estos se sorprendieron incluso en mayor medida que quien les habla, por lo que los desafié a que esperaran que este señor saliera del baño para que me crean que se trataba de alguien que evidentemente no estaba en óptimas condiciones. Cuando él salió vi como su mujer (o hermana, o algo) le subió el pantalón, le prendió los botones y le abrochó el cinturón, las miradas entre mis coates laborales y yo fueron más que obsecuentes, en cuanto a que no había dudas de que el pobre hombre rozaba la senilidad a tal punto que le hacía exhibir esas ocurrencias extravagantes; Una vez más fui víctima de uno de mis preconceptos para con los mexicanos, cuando en realidad debería de haber sido pertinente pensar en las luces humanas luchando por no apagarse del todo, elucubrando recursos tan originales como indignantes.

DECEPCIONANDO ILUSIONES

Cerrando esta primera entrega compartiré la historia del FM3 (permiso laboral), documento que por cierto en ese entonces estaba apenas comenzando en su trámite, y que sabía yo era indispensable para poder abrir una cuenta de ahorros en los bancos locales. Por si las moscas me tomé la molestia de ir a una serie de estos para confirmar mi creencia. Luego recibir la negativa de dos bancos, en los que pude ratificar mi idea e imposibilidad de darme de alta, me senté ansioso frente a la necedad mental de una ejecutiva de cuenta que pensó que no era necesario que yo presentase el FM3; Cuando esta gordita me aseguró 2 veces seguidas que no haría falta mis ojos brillaron con una fuerza trascendental, ni bien ella percibió mi alegría (momentánea), me dijo que espere porque le había entrado la duda. Posterior llamado de la señorita al gerente, para corroborar, fue el que hechó por tierra mi ilusa esperanza, y me obligó a seguir depositando mi confianza en aquellos empleadores que pagan al corte, o sea en negro, o sea en el momento. En la vientena siguiente tendrán una idea de cómo pude salirme de esta (otra) angustiante situación en la que el ser argentino me pone.


lunes, 14 de noviembre de 2011

Sexta Veintena - Capítulo Final


INTERACCIONES Y CURIOSIDADES

Para concluir con todas las vicisitudes que merecen ser contadas voy a comenzar relatándoles sobre una controversial interacción, o al menos poco fácil de comprender en su totalidad (para mí claro). Resulta que iba yo camino a mi trabajo, era un sábado a las 10:30am sin haber desayunado ni lavado la cara, me había sentado atrás del todo en uno de los tantos mugrientos colectivos que van hacia “Satélite”, lugar donde “chambeo” (laburo). El ómnibus venía semivacío, por eso fue extraño cuando un buey se acercó hacia mi asiento y se sentó mi lado; “Pesado” pensé en mis adentros, ya que este tipo tenía casi todo el bus para sentarse y justo viene a posar su ser a centímetros del mío (pasa a menudo en cualquier punto del planeta); Indefectiblemente ya no estaba más cómoda mi extensa humanidad, y por si fuera poco (era poco en realidad) este hombre, apenas 2 minutos de estar sentado junto a mí me dice con voz retraída:

_ “Disculpa, ¿podemos platicar?”
_ (lo miro serio e inmutable), con voz grave le digo: “¿Qué pasa?”
_ “Quiero contarte algo que me pasó, ¿te molestaría hablar?”
_ “Sí, perdón, es que recién me despierto, estoy cansado y en un rato tengo que trabajar, la verdad no tengo ganas, gracias igual”…
_ “Bueno está bien” me dijo este bizarro con mirada de perrito mojado.
Al rato subió al colectivo un enérgico vendedor ambulante al que el conversador potencial ubicado a mi izquierda le compró unas pasas con chocolate; Para no ganarle a su genio seguidamente me ofreció de su adquisición, bien parecían ser ricas, pero el buey fue nuevamente rechazado con otro y rotundo “no gracias”. Nunca sabré qué era lo que le pasaba en sí (no quise), reconozco que cuando me bajé del “camión” seguí pensando durante un largo rato cuál sería la situación que lo tenía afligido. Por otro lado me indigné de imaginar porqué me eligió a mí para pretender contar su condena, en fin, no me arrepiento de nada pero igual fue un sabor extraño el que dejó en mi mente; Me sentí mala persona, incluso cerrado y algo arrogante, aunque en realidad yo no tengo la culpa de que un loco tenga que andar por la vida queriendo conversar sus penas con desconocidos…

Una innegable curiosidad jugó de titular cuando venía yo caminando sobre Chapultepec, en los relojes eran como las 5am, con una que otra pizca de alcohol en sangre mi parsimonia se debatía entre el frío del amanecer y una sensación mental cercana al “no llego más”. Cuando paso frente a un puesto de diarios y revistas veo que había una moto apoyada contra este habitáculo, y ni bien agudizo mejor mi mirada (hago un zoom) diviso que sobre la motocicleta, una de esas XR bien grandes, había un chaparrito durmiendo (¡y roncando!) como un angelito. Además de que entraba perfectamente recostado allí, era incomprensible cómo lograba conciliar el sueño cuando a pocos metros tenía una estación de servicio en la que empleados nada sigilosos descargaban combustible, por lo que olor y ruido fuerte no faltaban (ni el ya nombrado chiflete). Sin embargo el cansancio parecía dominar la escena sin otros atenuantes, instintivamente apenas pasé por su lado tosí, aportando mi granito de arena para así deshacerme de la envidia generada por el “vato” que plácidamente soñaba en la vereda mientras a mí todavía me restaban unas 8 cuadras para dar con mi lecho común y corriente. Sea como sea se le siguió inflando el pecho suspirando oníricamente, un ejemplo de lo que es no renunciar a un sueño…

Concluyo este segmento compartiendo con ustedes la curiosa desazón que, inconscientemente, me hacen y hago creer a los mexicanos. La misma consistente en que este humilde servidor haya nacido en Chile, sépanlo: es (soy) argentino. Es lo más común lamentablemente, ya me habrá ocurrido unas 20 veces mínimo, sucede que luego de que uno les haya parlado con cierta elegancia y elevada expresividad acaban por considerarme como… ¡chileno!; Todo bien con ellos desde ya, entrañables compatriotas cordilleranos, el tema es que no sé de dónde (mierda) sacan eso los locales, no logro dilucidarlo por más esfuerzos cognitivos que pueda insistir, dicen que porque hablo rápido (sí, eso es verdad), si bien estimo que hablo claro y conciso. Por supuesto que no soy una especie de trabalenguas y menos que menos utilizo palabras que pertenezcan al lunfardo chilote. Encima cuando digo que soy de Argentina, me dicen “ah, estaba entre chileno o argentino”, como metiéndonos  a los habitantes de ambos países en una misma e incongruente bolsa…Tengo el resquemor de que en realidad se trate de una burla para conmigo, aunque cuesta creer que tantos mexicanos se hayan podido haber puesto de acuerdo para manifestarme la misma estupidez, y por otra parte elucubro que aquellos que dicen que hablo como chileno el problema que tienen es que son unos imberbes, con todo mi respeto se los digo, porque no saben identificar nada relacionado ni a la cultura y formas chilena, ni a nada argentino más allá de Maradona, el asado o Soda Stéreo.Igualmente sé que no podré hacer nada para evitarlo así que mejor me conformo con contárselo a mi querido auditorio de lectores.


PERSPECTIVAS DE APRENDIZAJE

La primera de estas breves perspectivas para mejorar, no quiere decir que lo que no escriba aquí sea porque lo sé a la perfección (de más está decir creo je), se basa en aprender a respetar los “no códigos” del ciudadano mexicano promedio; Por algún motivo ancestral acá la gente se ha malacostumbrado desde siempre a estar siendo abarrotada y apiñada cuando se transporta, actuando en consecuencia por instinto y casi sin pensarlo, algo que denota ese lado como egoísta que hay en los mexicanos (ítem que más adelante desarrollaré con profundidad, allá cuando no resista más de la tentación de investirme de criticador omnisciente, con sus porqués). Esto le hace a México ser un territorio íntimamente ligado a aires recelosos innegables, de absolutamente cualquier cosa que ustedes puedan imaginarse, empezando por el color de piel, la cara de uno (ufff), la forma de hablar y la ropa…Entonces no está mal, que me haya dado una muestra gratis de impotencia, ver a una morruda masa de 13 personas salir empujando y efectivamente salir airosa del vagón del Metro (frenado en la estación “Salto del agua”). Lo cierto era que en el medio justo se encontraba un desgraciado señor de unos 53 pirulos, el cual inexorablemente fue embestido de tal manera que cayó de cola al piso; Qué feo pobre don, lo que resultó cómico fue que de rostro traía una cara de póker extrema, que debe haber sido la causante de tanta impunidad a la hora de pujar por parte de los desacatados. Yo miré todo desde mi altura característica, para variar entre tanto metro sesenta y cinco lindante, más que apretujado por otro pasajeros y deleitado desde la puerta de enfrente del mismo vagón. En fin, nadie lo ayudó a levantarse, una vez en pie el hombre se apoyó sobre un rincón y se quedó obnubilado, parecía concentrarse en sólo quedarse observando en dirección a un punto invisible del horizonte, “visiblemente” resignado como Clarín tras perder la guerra de Malvinas (¿?). La compasión digamos que matizó mi alma algunos minutos más, pese a todo yo debía ser uno de los pocos testigos que le deseó un porvenir menos abrupto que ese que padeció merced a la brutalidad de sus coates.


Para enmarcar el fin de lo que fueron los días 100 y 120, quiero agradecer con este espacio la motivación de contar un otro más refinidado y culto para poder volcar mis letras y deidades terrenales como curioso redactor para la productora bonaerense “Jambalaya” (www.jambalayaweb.com) , allí se me permite dejar una especie de bitácora con lo que de México me excita, yéndome a un punto más lejano que lo que este blog inspira a contar. Se trata de otro tipo de experiencia narrativa en la cual lo filosófico y volado, si se quiere, tienen más lugar, además de que hablo en consideración a otras afectaciones y resquicios que encierra la polivalente sociedad mexicana. Fuera de esto yo ya colaboré con ellos para su revista virtual de nombre Toad Trippers la cual se descarga en PDF y les aseguro que ostenta un contenido que nada tiene que envidiar a las mejores publicaciones de nuestro país, sobre todo aquellas vanguardistas que combinan géneros y temas, y le dan importancia solamente al arte, despreciando rellenar su producto con falsos intereses (pueden ver el nº 3 online, en la página 92 se lee mi nota). La colaboración inicial que hice está en el nº 2, más precisamente en la página 42, trata sobre el error y sus variantes, donde cito ejemplos y posturas que para mí no podían ser omitidas. Por lo tanto es un orgullo, a fines de octubre, haber pasado a ser miembro estable de Jambalaya, mejor dicho considerarme parte de esta movida cultural que además de esto hace historia con un mega-mural hiper-colosal porteño, que aunando artistas viene recibiendo pintura, elogios, y amor desde más de un año, y que cuando se termine y quede como una gran obra va a dar que hablar más de lo que ya. Por su supuesto que encontrarán más información en el sitio web antes citado; La idea para con la página es hacer una nota mensual, con suerte (je), y darle sentidos distintos a la vida mexicana, para que lean aquí y allá qué implicancias mentales tiene mi visceral aventura por lo desconocido. Les dejo el enlace a mi perfil de SPEAKER CORNER: http://www.jambalayaweb.com/#/nota/SpeakersCorner/exfoliacion-social/

Abrazo y en unos días estamos de nuevo…

jueves, 10 de noviembre de 2011

Sexta Veintena - Capítulo 2

NUEVA EMOCIÓN

Por gracia divina la vida me hizo cruzar con Santiago, el hecho es que ya podemos decir que somos grandes amigos. Por si fuera poco este argentino con nacionalidad mexicana me invitó a acompañarlo a su "viaje de negocios" en Pachuca. Como era miércoles y yo no tenía que trabajar ni nada por el estilo decidí ser de la partida, con el aditamento de que camino a su “junta” (reunión) estarían las tentadoras pirámides de Teotihuacán por lo que era por demás irresistible la oferta. Nos encontramos en el Ángel de la Independencia (a 5 cuadras de mi casa) a eso de las 10:30, a los pocos minutos ya estábamos tomando unos mates aceptables y encaminados a conocer este famoso sitio arquitectónico. Santi hacía unos 8,9 años que no iba a ver las ruinas y pensó que el acceso a las mismas seguía siendo gratuito, no es así ya, el valor que pagamos fue casi el mismo que cobran en el museo de Frida Kahlo aunque a mi ver valen más estas increíbles construcciones. Conocida y llamada como "Calzada de los muertos" mi sorpresa era indisimulable una vez allí, el calor azotaba la tierra mientras yo caminaba de jean y remera manga larga (prendas que por supuesto desentonaban), ni qué decir de Santiaguito quién traía su ropa laboral compuesta por pantalón de vestir, camisa y zapatos. Había algunos turistas cuando llegamos a la zona de confluencia, ni bien mirábamos para algún costado se veían más, y eso que para el día que fuimos no creíamos que habría tanta compañía. Por lo que resta fue gracioso ver personas, la mayoría excedidas de peso, que estaban en la base de las pirámides y no se atrevían a subir, verdad es que con sólo contemplarlas desde abajo la vista es impactante, sobre todo al ver la inmensidad colosalmente bella del parque en general (foto, tomada desde la pirámide de la Luna).


 La pirámide del Sol (foto) y la de la Luna (foto) son la atracción por excelencia, lo cierto es que la segunda sólo permite llegar hasta unos 50 metros de su altura, mientras que en la del Sol sí es posible ir hasta lo más alto (si los pulmones o piernas así lo quieren); El desafío de subir a la cúspide no presentaba una preocupación física a priori, pero una cosa es pensarlo y otra bien diferente es intentarlo, yo opté por embarcarme y el resultado no fue sencillo: debí detenerme en 2 oportunidades a tomar aire desesperadamente, ya que el único cigarro que había fumado, a unos minutos antes de llegar, me sacaba el aire sin opciones como si por dentro tuviese un incendio y mi cuerpo fuera una fábrica de fuegos artificiales…Una vez que logramos llegar arriba la panorámica fue tan imponente como majestuosa, aprovechamos para respirar oxígeno puro y digno (algo que obviamente no abunda en la ciudad), a fin de cuentas estuvimos unos 20 minutos contemplando la magia de Teotihuacán desde su pico más alto (foto). Con nosotros había una amplia gama de turistas que oscilaban entre turcos, orientales, europeos y los infaltables gringos. En tanto que alguno de ellos obstaculizaban la visión, lo divertido fue que ese grupo de extranjeros comenzó a levantar la voz y a proferir palabras que según Santi eran malas palabras, entonces dejamos de lado la paz que nos transmitía el lugar y mediante el precioso castellano nos pusimos a decirles infinidad de barbaridades a quiénes estaban en la cúspide con nosotros. Muchos nos miraban sin comprender, aunque estimo que había algún aventurero que sí logró captar la esencia de nuestro poco amigable y críptico mensaje agresivo. Nada raro…


 


Las hormigas coloradas también supieron mostrársenos como co-dueñas de esta maravilla natural, dejando su huella en cada hoyo del piso. Luego de ir a conocer cada uno de los rincones de este paraíso, lo que nos tomó poco menos de 3hs, a las fantásticas pirámides hay que sumarle La Plaza de la Ciudadela (más que linda también); Decía, nos abocamos a encontrar un buen lugar para comer algo rico y característico, de más está aclarar que ya emanábamos olor a exceso solar, algo de sudor y mucha tierrita que inmutable decoraba nuestros atuendos. Una vez que elegimos el presunto lugar "indicado" para almorzar debíamos ordenar algo para masticar, el “platillo” local en cuestión fue la famosa barbacoa (en este caso maciza), plato que realmente se ganó nuestro aplauso (foto). Luego de agradecerle a los dueños del restorán por su intachable servicio emprendimos camino hacia Pachuca, la verdadera excusa por la cual este viaje estaba siendo posible…



3 HORAS DE PACHUCA

El viaje implicó apenas una hora y algunos minutos, Pachuca no prometía demasiado pero era el destino obligado para que Santi diera con sus clientes. Mucho e intenso sol aún mirándonos desde el cielo, ya en la entrada de Pachuca era fácil divisar que, sacando algunos edificios, lo que resaltaba de este sitio era el clima seco y desértico (algo que le quitaba más a su poco atractivo, sin dudas). Como a Santi se le estaba haciendo tarde creyó que me parecería interesante conocer el museo del fútbol de la FIFA, para ello (y a la vez irse rápido) me dejó en la puerta y acordamos que me llamaría ni bien haya terminado su compromiso; Desde ya que me hubiese encantando entrar a esa pelota gigante aunque el valor para ingresar no me pareció tan necesario (unos 70 pesos argentinos), por lo que desistí olímpicamente, señor Blatter: sabe usted de memoria el lugar de su cuerpo para meterse su museo y la mensa pelota esa…(fotos)


 

Por lo que mi primera idea, para consumir los minutos que tenía hasta regresar, fue caminar largo y tendido por las tranquilas calles, las que tenía más a mano, del que inexplicablemente llaman “centro” de Pachuca. Nada fuera de lo común sinceramente, sí decir que se trata de una ciudad muy limpia y prolija, que apenas pudo llamar mi atención. Luego de caminar como una hora, sin grandes novedades, me metí a un shopping a ver si alguien estaba dando degustaciones de algún vino o algún queso (no tuve suerte), también me probé un par de camisas pero estaban algo caras así que no me envalentoné con lo pintadas que me quedaban. Casi otra hora me tomó recorrer de punta a punta este gran establecimiento capitalista, con ganas de fumar un cigarrillo salí a la calle nuevamente, me senté en un banco del estacionamiento y encendí el vicio. Quizá lo más extraño fue que al rato de haber concluido el tabaco sentí un ruido aéreo ensordecedor, cuando pongo mi mirada en el cielo detecto la monstruosidad de un avión ¡rojo! que pasó sobre mí con una velocidad abismal. Tal fue el anonadamiento que me provocó que quedé en estado de vigilia constante para filmarlo con mi cámara cuando volviese a pasar, a los minutos lo vi a cientos de metros haciendo piruetas en el aire aunque finalmente saldría en otra dirección (en vez de volver hacia mi posición); Resignado apagué la cámara y me prendí otro cigarro, y de repente esas turbinas asesinas volvieron a ocupar todo el sonido y de inmediato intenté prender la cámara y tomarlo en movimiento pero la increíble rapidez con la que se movía no me dejó registrar esa obra maestra de la aviación; Nunca más volvió, sí lo vi nuevamente desde muy lejos pero no volvió a donde yo estaba lamentablemente. Un rato más y Santi me llamó para saber dónde encontrarnos, ni bien nos vimos recordamos que aún nos faltaba probar el producto quizás más representativo de Pachuca: los pastes, esta delicia es una especie de empanada, la diferencia es que están hechos de un suave y dulzón hojaldre y que contienen diversos ingredientes; Pedimos tres cada uno (3 pesos argentinos c/u aproximadamente), Santi eligió todos con rellenos de dulce de cajeta (dulce de leche clase B), membrillo y batata, yo preferí uno con longaniza y salchicha, otro de papa y queso y otro de pollo y guacamole, los tres incomparablemente exquisitos. Provecho...Ya en la ruta deglutimos estos manjares, el sol se iba casi del todo y nosotros de fondo escuchamos con admiración eterna las músicas de Radiohead (“The Bends”), los grandes éxitos de Pixies y un compilado bien ecléctico que grabé hace añares con Almafuerte, Pappo y el grupo chileno Los Tres (primera banda latina en grabar un MTV Unplugged).


UN DOMINGO AMENO

Contento porque iba a ser el primer show que vería de mi amigo peruano Coco Rodríguez, me “lukié” apenas y me dispuse a ir al Don Quintín, lugar que los domingos tiene a Rulo como relaciones públicas. El show comenzaría sobre las 22hs, algo temprano sí, así que sobre las 20:30 ya estábamos con Roby y Lalo (mis ex roomates) bebiendo un tequilita baratón y nuestros preciados whiskys de primer nivel mundial. Fuimos a pie ya que las cuadras que nos separaban del antro eran unas 12 o 13, ingresamos gratuitamente como siempre es para cualquiera en este lugar, y vaya apuro al llegar viendo que el show de Coco iba por su segunda canción. Rápidamente tomamos asiento y comenzamos a disfrutar del ambiente buena onda que generaba el anfitrión musical de la noche, terminó “Qué hermosa te ves” y subió Rulo a cantar "Mística" (cover de Orishas), lógicamente la gente aplaudió muchísimo este dueto. De todas formas tanto público no había, como unos 120 máximo, seguramente porque era muy temprano, y además de que Rulo convocó a Coco apenas unos cuatro días antes, por lo que la improvisación en algunos pasajes del show era evidente, al menos para los que conocemos mucho sobre la música de Rodríguez, además de que al evento le faltó algo más promoción; El genial Odín, mexicano, hizo coros mientras tocaba el teclado si bien hacía las veces de baterista (todo con el mismo instrumento claro está), el inefable y entrañable Iván Pinciroli (argentino) hizo de bajista aunque todos sabemos que es guitarrista, lo que lo llevó a cometer algún que otro error involuntario y casi imperceptible, pero como todo buen músico se bajó enojado cuando terminó el show, más que nada por no haber podido ensayar más sus líneas de bajo. Lo cierto fue que todos disfrutamos de una hora a puro Coco, el sonido fue muy bueno, lo malo fue que apenas terminó el último tema el dj del lugar puso un reggaetón de mal gusto como para dejar en el olvido, de un soplo grosero, lo que Coco con sus interpretaciones había logrado. De todas formas fue un recital cuyo objetivo para Coco era ver como los presentes responderían ante sus composiciones, además del cover de Orishas sonó uno de Pharrell Williams llamado “Frontin” al cual le puso garra con el ukelele y tuvo como invitado otro productor talentoso llamado Jax Landry.


Les dejo un video para que vean que linda que estuvo la “jodita”, que por supuesto no terminó allí, sino que hubo cuerda para mucho rato más, tanto entre los argentinos que seguimos a Coco (y que nos gusta la noche casi tanto como dormir), y aquellos que estaban en este antro tratando de paliar el aburrimiento. Algún que otro trago cortesía de Rulo ayudó para darle más alegría a la amena y cálida reunión…Gracias a todos. http://www.youtube.com/watch?v=Xh3z1Zgy5Eg   

domingo, 30 de octubre de 2011

Sexta Veintena - Capítulo 1

LLEGANDO A LO MONO

Entonces un buen día sigo bastante contento de estar viviendo acá y el Rulo platense me invita a formar parte de su loco viaje televisivo, eran las 3 de la tarde y sobre nosotros estaba tendido el calor de un solcito suavecito bien combinado con la altura contaminante del D.F.; La onda en cuestión fue la de al menos a hacer un intento para ver si tengo unos minutos de gloria, en la piel de su mascota (aún sin nombre), para el show “Che Rulo” próximo a emitirse en la señal latina Telehit. Entonces recogimos el traje de ocasión e inmediatamente me lo calcé, parecía que no iba a quedarme pero la verdad fue que me quedó como piel y hueso, aunque no tan pegado al cuerpo. Sin embargo a los 15 minutos de puesto recaí en que adentro se estaba poniendo intenso, encima los guantes de plástico y la máscara no ayudaban demasiado. Pegote mediante, nada tan terrible a fin de cuentas, me dispuse a comportarme como un integrante de “Jackass” pero con algo más de respeto, o timidez si se quiere. Tomando en cuenta que aún me resta tener ciertos papeles legales fue un riesgo al menos interesante en el que incurrí, fue un peligro inadvertido que pudo haber tenido un desenlace fatal; Comenzando por saltar hacia la gente sorpresivamente y golpearme el pecho al son de unos gritos bien “gorílicos” (sic), seguido de una serie de espantos para con los niños que caminaban tranquilamente en la vereda, cuyas reacciones eran onomatopéyicas y solamente dejaban el claro el miedo que les generaba mi presencia (¡y eso que no me había quitado la máscara!); El 95% de los nenes/as que asusté mutaban de inmediato su cara y se ponían a llorar despavoridamente, mientras sus acompañantes (o padres) me miraban con un recelo cinematográfico, a lo que les levantaba mi mano como ademán para que supieran disculparme. Seguidamente me dispuse a sacarle la cartera a una señora mayor que estaba de espaldas, me le acerqué sigilosamente y ni bien le tironeo de su pertenencia la doña se da vuelta violentamente y esboza un golpe que apenas llegó a rozarme el brazo derecho, ante su reacción salí corriendo y me metí en el local donde nos dieron el disfraz. Minutos después, desde el fondo de este comercio, vi como la señora preguntaba a los empleados si yo había entrado allí (si me habían visto), instantes más tarde la señora se retiró indignadamente alterada. Entonces continué mi saeta, Rulo era el encargado de filmar las andanzas de su mascota, tras ver que había un colectivo esperando que el semáforo se pusiera en verde me subí corriendo ante la mirada atónita de los pasajeros, y con ese mismo envión salí del autobús de un salto y seguí corriendo por la calle dando saltitos de felicidad. Luego la toma siguiente era verme saltando e intentando colgarme de una rama muy frágil, así que menos mal que fue fingido porque si hubiese querido hacerlo en serio seguro que me golpeaba la cabeza contra el piso.

Debo aclarar que la trama se explicaba con una primera imagen en la que logro escapar de mi dueño, para dar con las posteriores macanas del mono jocoso de estar suelto en el D.F. (más precisamente en la zona aledaña al Centro Histórico). Después hicimos otra toma en la que Rulo me pasea con una correa, aunque igualmente seguí haciéndolo renegar; Por ejemplo, se podía ver a mi dueño hablando con una chica, sin prestarme nada de atención, hasta que yo le pido fuego a un transeúnte para fumar un cigarro y ni bien me ve mi dueño se enoja y me tira el cigarrillo, después me pega una especie de coscorrón en la cabeza (de más está decir que en ningún programa se permite mostrar a nadie fumando, así que fue utilizado como pretexto por Rulo para quedar bien con las autoridades del canal y con la gente que verá el show en general). Para otro “sketch” acordamos con una señora (camarera) que ella iba a estar mirando a su derecha para que desde su izquierda apareciese yo y la haga saltar de un susto, vieran ustedes que espíritu actoral el de esta dama con hambre de minutos de fama (preguntando luego en qué canal saldría y en qué horario, tuve que mentirle porque aún no estaban confirmados esos datos je). El otro chascarrillo preparado de antemano fue uno en el que el mono corría hacia una madre que miraba una vidriera con su hijo, en el cual el gorila levanta al niño y se lo lleva sobre sus espaldas a trote tendido…muy divertido estuvo el "acting" de la madre tomándose la cabeza como diciendo “¿a dónde se llevan a mi hijo?”. Por otra parte actuamos que mientras Rulo se sentaba en un bar, y me dejaba atado a un árbol, yo logre desatarme y me volviese a escapar para luego frenar a un auto que venía andando, tras cruzarme en su camino y golpearme nuevamente el pecho con ambas manos emulando el gesto de poder característico de los primates. También implementé mis añejos dotes actorales cuando me desmayé al suelo como de dormido, luego de escuchar a un señor que tocaba el “coso ese” al que hay que darle cuerda para que produzca un sonido similar a los de cuna. Y por último, para decorar esta aventura (que presuntamente tendrá minutos de aire), Rulo me compró una banana, el tema fue cuando pasamos frente a un puesto de tacos, ya que me puse a patalear y pedirle que me comprase uno, ante la negativa de Rulo tiré el plátano al piso y seguí caminando visiblemente cabizbajo…Quizá me esté olvidando de alguna de las fechorías que protagonicé en la vía pública, además de que Rulito le preguntó a dos policías si no nos prestaban una de sus bicicletas para que el mono se las robase y se fuera pedaleando en ella. Rotundo no recibimos como respuesta, pero bueno, valió la pena el intento.
Vale destacar que mi amigo se ganó el derecho de tener un programa propio luego de haber triunfado en un reality show del canal en el que buscaban un conductor para un nuevo show. De antemano quisiera agradecerle al gran pinche Rulo por la oportunidad, además de que para estos días estamos pactando una segunda grabación de su mascota suelta por las calles. Cuando esté editado esto que les conté voy a convidárselo a ustedes para que disfruten tanto o más, o menos, de cómo yo lo hice.
  
HAY QUE DOMAR A LA BESTIA

Y como para no dejar de ser una verdadera y algo mala ya costumbre, nuestro amigo Manuel from Perú vuelve a tener lugar entre lo más destacado de las bizarras vivencias que me depara el hecho de ver una vez por semana a este coate de aquellos, al que varios prefieren tener lejos. La misma noche en la que los Pumas jugaban ante Escocia por la fase de grupos del Mundial de Rugby de Nueva Zelanda fuimos con Manu y Santiago al antro “Ragga”, con la excusa de que tendríamos tragos gratis y que no pagaríamos entrada. Además de que yo nunca había ido y siempre es bienvenida la idea de conocer algún lugar nuevo; Manuel basaba su confianza en Oscar, RRPP del Ragga y buen amigo que anda a bordo de una Harley procurando saber más de sus raíces, ya que su padre es argentino, su madre italiana, y que el pobre (o no tanto) vivió en Buenos Aires, Roma y el Distrito Federal (lugar donde nació). De hecho su forma de hablar es extremadamente neutral y difícil de clarificar, aunque en el fondo las tonadas y frases mexicanas terminan prevaleciendo. Lo cierto fue que en la puerta no nos dejarían entrar hasta que Oscar llegara, por su parte los minutos pasaban y la impaciencia se acrecentaba, sobre todo en Santi quién quería ir a ver el partido de los Pumas, y en Manuel quién ya había llamado dos veces a Oscar y este le decía que le dé un rato más que ya estaba en camino. Por lo que a los diez minutos, y nuestro contacto todavía sin arribar, el inefable Manuel le pidió el celular a Santi para volver a llamar a Oscar, en esos 100 segundos que duró la comunicación se pudieron oír una serie de insultos y gritos totalmente desubicados para el mexicano, y caras de pocos amigos de parte de los patovicas del lugar. Mientras seguíamos aguardando por Oscar fue casi trágico ver cómo nos trataban los hombres de seguridad, ante la insistencia enfermiza de Manu para que nos dejaran ingresar, todos y cada uno de los “patovas” se mofaron de mi amigo y lo dejaron al ridículo delante de las personas que sí lograban acceder al antro, entre ellas muchas señoritas de esas que no caben dudas de que su nariz está parada constantemente y que por su trasero salen solamente flores (y que se dedican a fruncir el seño y sacar trompita cuando no sale el sol en Miami). El escándalo en la puerta se hizo cada vez mayor, otro llamado de Manuel a Oscar, con barbaridades tales como: “¡¡¡para que dices que en media hora llegarás si no vienes un carajo, eres un tarado Oscar, hace más de 40 minutos que te estamos esperando brother, más te vale que vengas porque me estás cagando la noche, eres un mal amigo sábelo!!!”. Entre risas intentábamos convencer a Manu de desistir e ir a otro lugar, aunque para Santi (y ya casi que para mí también), ese lugar era ir a ver el partido de los Pumas, el cual ya veníamos siguiendo por el BB de Santiago y sabíamos que venía muy reñido (y que si el equipo argentino no ganaba quedaría sin chances de pasar a la 2da fase). Pero el peruano querido nos pedía por favor que nos quedemos, que no era posible que no nos dejaran pasar, que él siempre entraba sin problemas, y que quería ingresar para decirle algo al patovica que lo había ignorado olímpicamente.

Por una de esas cosas de la vida Oscar se presentó en la puerta para hacernos entrar, el tema era que ahora los de la puerta no querían que Manuel sea de la partida, primero porque era el único de los 3 que traía puesta una remera (es común que aquí uno no pueda entrar sino tiene puesta una camisa) y segundo porque se había comportado mal en la entrada…Nosotros a unos 20 metros veíamos como Oscar parloteaba con el jefe de seguridad, casi rogándole para que no dejasen ser parte de la fiestita. En eso un buey me pisa, en su camino hacia el molinete de entrada, y le digo con voz de mala onda (y sin mirarle la cara): “¿qué haces pelotudo”?, a lo que temerosamente me dijo: “Perdón por favor, fue sin querer”…Ya era más que obvio que no nos importaba nada, berreábamos malas palabras para los de la puerta pero en un tono en el que con suerte no nos escuchaban. Hasta que salió el sol en nuestra noche y nos dejaron pasar, Manuel quiso decirle algo al de la puerta pero sutilmente me lo llevé de un tirón para evitar que nos sacaran antes de entrar (considerando que fue una hora y diez el tiempo perdido). Una vez dentro quedó claro que el lugar no era algo que mereciera el tiempo que le dimos, si bien Manuel comenzó a darle batalla a su locura, elucubrando pasos de baile totalmente insanos y dando la nota con todo su esplendor, primero fue rechazado por una gordita que antes y después de eso le venía regalando su boca a cualquier infeliz que cruzó; Después Mr. Perú 2010 volvió  a aparecer con tragos de misteriosa procedencia, de hecho a cada ratito le quitaba el vaso de la mano a Oscar (poseedor de una paciencia de dioses hay que decir), y mientras tanto Manu seguía luchando por bailar como una persona que se jacte de ser normal. Entre tanto Santi estira su celular hacia mí para mostrarme que los Pumas ya estaban en el 2do tiempo y que iban empatando, con una cara de sufrimiento le hago saber mi sensación al respecto y al milisegundo vienen dos tipos de seguridad a increparnos, diciéndonos que no se pueden sacar fotos dentro del Ragga, a lo que yo me encargué de hacerlos verse como estúpidos, explicándole que estábamos viendo el resultado de un partido de rugby (holaaaa, deporteee, el mundial, argentinossss) y nada más. Un desastre más realmente, de parte de la noche mexicana para conmigo, así que de penitencia para el lugar decidí robarme un precioso vaso de vidrio, el cual me acompaña todos los días, y sigue siendo mi primer y único recipiente y/o elemento de cocina que compré desde mi arribo a esta magnífica y nada pulcra ciudad. Previo a llegar al auto de Santi, que estaba en el subsuelo, Manuel nos regaló su última sandez al pararse de pies sobre los extremos de la escalera mecánica, poniendo en riesgo su vida, hasta que le imploré con dos gritos (“Manuel bájate”) y se paró en la escalera propiamente dicha hasta llegar abajo, recibiendo una pellizcada necesaria…Ah y ganaron los Pumas al menos.

DECISIÓN ACERTADA

El 21 de setiembre era el día señalado para tomar mi vuelo de regreso a la Argentina, la hora las 14:55, y la empresa aérea no importa. Ya venía masticando la idea hacía un mes aproximadamente (irme o quedarme), lo que me retenía a decidirme del todo era que el cambio del pasaje me costaba unos 1180 dólares, por lo que debía tirar a la basura ese ticket y comprarme uno nuevo (sabiendo que las cifras no variarían demasiado). Luego de debatirlo internamente (¿dónde más sino?), más que nada enfático de analizar si mi poder lucrativo podría hacerle frente a un gasto semejante, opté por pensar en positivo y envalentonarme creyendo que con mi trabajo actual (y varios a futuro) podría ahorrar la plata necesaria para volver algún día a mi bendito y ultrajado país sudaca. De más está aclarar que los motivos sobran: una cultura gastronómica eterna y sabrosa, una serie de amigos que hacen más amena cualquier situación, una recámara con comidades considerables, una ciudad tan grande que sé que aún puede ofrecer infinitas alegrías (o en su defecto relatos para este blog), y sobre todo un presagio interno que me sigue señalando que quedarme aquí será lo mejor que puedo hacer por mí, al menos por este año. Queda sin efecto la situación política que supe que se viviría en nuestro país sobre finales de octubre, y toda esa algarabía insensata que confunde a las masas también pretendí evitarlas, seguro inconscientemente...Amén.
Por fortuna me he convencido de que tengo para rato en este país, que si bien me muestra algunas cosas que no me gusta ver ni vivir, se trata de una experiencia enriquecedora por donde se la mire, tanto para mi alma como para todo aquello concerniente a mí.

viernes, 21 de octubre de 2011

Quinta Veintena - Capítulo Final

INTERACCIONES Y CURIOSIDADES

Para concluir he de relatar sobre una rareza sin igual, o al menos un rasgo de la desesperación humana nunca antes visto por este humilde servidor. Venía viajando en el Metro, tranquilo, volvía de la oficina de Migraciones, y en la estación Constituyentes sube a mi vagón un buey de unos 36 años con un bollo de tela en una de sus manos; Este muchacho comenzó a hablar sobre lo importante que era que lo ayudasen para poder mantener y alimentar a su familia, siendo ignorado sustancialmente por su casual auditorio (nadie siquiera lo miraba), hasta que una vez finalizado su ruego extendió sobre el piso eso que traía en su poder: una remera negra que una vez desplegada dejaba ver vidrios hechos trizas (de botellas, gafas y otras cosas). Seguidamente el pobre hombre pegó un salto de espaldas hacia la amenazante caterva vidriosa, por supuesto que el ruido fue notorio más cruel, y sumido en su inconsciencia comenzó a manearse sobre la vidriería incluso. De más está decir que la atención de quiénes estábamos en el tren ya pertenecía casi en su totalidad a la locura de este hombre y a lo que se dispuso a hacer. Por lo que cuando se levantó varios le dimos monedas, colaborando con su causa, hay que decir que al menos en su espalda no había más que un par rasguños que no dejaban ver rastros de sangre alguno. De cualquier modo el hombre este no pareció conforme con el puñado de vil metal recaudado, además de que debe haber sentido en su ser una huella mental de lo que implica la paja en el ojo ajeno (a todo vapor), la mirada inquisidora de sus coates (yo no porque estaba mitad risueño y mitad desprevenido de lo que estaba observando, siempre disimuladamente,claro está). Como decía, este tipo no se veía a gusto luego de la vibración recibida y se despidió del vagón con una confusa frase, luego de recoger sus elementos de subsistencia, que me dejó más confundido aún: “Que Dios se los pague” profirió a viva voz aunque con un tono de resignación inconfundible…


En segundo lugar quiero revivir algo de lo que fue la fiesta de cumpleaños de una srta. de Puerto Rico, la cual no sé cuántos cumplió, cantante ella, y en pareja con un chileno muy buena onda. Llevado por mi amigo Coco Rodríguez, fuimos al hogar que comparte esta feliz pareja, que por cierto quedaba a sólo unas 3 calles del departamento de Coco. Entramos atravesando una imponente puerta de madera, símil a la de los castillos, y una vez dentro había una gama extensa de gente diversa. Pocos de los concurrentes podía uno establecer con seguridad que eran mexicanos, no sé si por suerte o no a esta altura, lo cierto fue que lo primero que hizo el anfitrión fue llevarme a la mesa de las bebidas para convidarme algún brebaje; Desgraciadamente no encontramos el sacacorchos por ninguna parte, había unos vinos que prometían mucho, así que mi primera opción fue probar un licor llamado “Disaronno” (creo que no está en Argentina, bah no lo recuerdo en realidad). Empero ese líquido elemento me generó algo parecido a primer mezcal en el D.F., fue una sensación de dulzor empalagoso pero que a la vez bloqueaba cualquier otra sensación que la de estar tomando algo extraño y que evidentemente no hacía bien. Me tomé el primer vaso como quién no quiere la cosa, combinado con coca loca (gaseosa/refresco), y cuando me serví el segundo vaso y me dispuse a tomarlo me di cuenta de que realmente era peligroso, además de advertir que la botella estaba prácticamente llena, por lo que si nadie lo tomaba era porque algo turbio escondía. Me serví un etiqueta negra y ya…
El festejo de la anfitriona incluía el estreno íntimo del videoclip y primer corte de su nueva producción, a lo que obligados nos tuvimos que acomodar como pudimos, silenciarnos, y prestar ojos y oídos. Me gustó ver cómo ella disfrutaba igual o más que el resto, lo cierto fue que en la inmensidad de pantalla que vimos el video (parecía de 309 pulgadas), Francis Brunette realmente parecía una artista consagrada de primer nivel mundial, y lo bien que hizo. Finalizó la canción y todos aplaudimos, en total había unas 50 personas en la fiesta, ella se mostró muy contenta…A continuación también le dieron play al video “Bella”, hit de Coco, quién posteriormente también recibió sus merecida ovacioncita (más abajo les dejo los enlaces para que escuchen, a alguno que otro/a seguro les gustará). Todos contentos indudablemente, vuelvo a la mesa de los alcohólicos y ya no había más de ese whisky que venía tomando, por lo que opté por probar un tequila que andaba por ahí sin mucho rating entre los invitados; Apenas el trago pasó por mi garganta pude advertir como subía mi cena con ansias de verse expulsada de mi cuerpo, recuerdo que había comido unos medallones de merluza con choclo y puré, pero de algún lado misterioso pude sacar la inspiración y el disimulo suficiente como para no dejar un souvenir en el medio del living de esa hermosa posada de piso plastificado. Creo en los milagros, pero la realidad es que sería un milagro poder tomar tequila, mi organismo no lo tolera, si bien me han dicho que hasta que no pruebe uno bueno no puedo opinar, porque abundan los baratos y no se comparan con los que realmente le hacen honor a su nombre.
Ya los venenos hacían algún que otro efecto poderoso así que procuré seguir tomando solamente gaseosa, porque sólo quedaban mezcales y tequilas; Me dirigí hacia la terraza ya que abajo sólo quedaban unas 15 personas y ninguno parecía estar disfrutando demasiado de la velada. Una vez arriba la noche tomó otro rumbo un poco más humorístico por así decirlo, empezó a darse una comunión de etnias y culturas por demás latina y divertida. Por un lado había unos mexicanos bien chingones, entre ellos el flaco que rapper que aparece en video de Francis el cual se puso a improvisar y escupió rimas realmente impresionantes. Por otro lado había dos directores de cine, uno de Puerto Rico y otro de Cuba, ambos se pusieron a hablar conmigo llevados por la curiosidad de escuchar idioteces made in Argentina, y tuvieron su merecido. A tal punto de que a la media hora ya estábamos hablando de Antonioni, Lynch, Kubrick, Kusturica, Larry Charles entre otros, después les batí un par de chistes sobre Fidel Castro que al principio no se entendieron pero con el correr de las sandeces se pudo interpretar mejor. Estos bueyes tenía más de 40 años y la verdad que parecían niños, lo único malo fue que no estaban filmando ninguna película, porque fue necesario que me presente como actor (por más que ya me retiré hace rato je). Sumado a que allí arriba la mota fluía como un viento depuradamente ancestral, había entre otros músicos, modelos y actores, un chabón, hay que decirlo así porque era argentino, que ni bien subió a la terraza gritó efusivamente para que todos oigamos:
_ ¡¡Loco no digan nada de la cara que traigo porque estoy re duro, estoy a pleno por culpa de haber probado la mejor coca de México JA JA JA!! (lo dijo esnifando y con una cara de enfermo sacado que creo no haberle visto a nadie jamás)…
Algunos (yo) reímos, lo cierto es que fue un tanto desubicado el comentario ácido de este hombre de cemento. Resultó ser un conocido de Coco así que nos pusimos a platicar con este personaje altamente tóxico y atolondrado, en eso se puso a contar una historia de drogas, bla bla bla, aunque reconozco que tenía talento para hacer reír, gracias también a su voz desgarrada y de borracho empedernido. De repente me pregunta de qué equipo era, cuando le digo River Plate se larga a reír y a los minutos se puso a contar sus andanzas como integrante de “La 12” (la barrabrava de Boca Juniors para algún desprevenido). A lo que concluyó diciendo que él era uno de los que peor se portaba, por ejemplo dijo que en “Caix” (boliche porteño ya extinguido) él era uno de los que batía el champagne y se los tiraba a la gente, recuerdo muy claro que tuve, ya que una vez estuve ahí y me indigné con la impunidad que esa manga de delincuentes tenía…pensar que este loquillo era uno y después tenerle riéndose como hiena al lado mío fue un sentimiento encontrado bastante fuerte. Sobre las 4:30am ya quedábamos pocos, la dueña de casa volvió a hacernos mirar el video, de igual forma con el de Coco, y después de probar unas botanas increíbles emprendimos la retirada con mi amigo peruano...




PERSPECTIVAS DE APRENDIZAJE

Siempre se aprenden muchas cosas o al menos quedan resabios a respetar ineludiblemente. Por ejemplo aprendí que en los canales de cable del Cablevisión mexicano hay algunas señales que tienen películas memorables, se ven joyas del cine de todos los tiempos, tuve la suerte de ver: “Drácula de Bram Stoker”, “Ed Wood”, “Hechizo del tiempo”, “Tiempo de gitanos”, “Tercipelo Azul”, y muchas más. Además de que todas vienen con subtítulos en letrita amarilla como verlos mejor que nunca. Así que el aprendizaje se basa en que ya no voy preocuparme mucho cuando ya haya apagado la computadora y padezca de insomnio. Bien.


Asimismo comprendí que el aprovechamiento de las situaciones que suelen verse aquí es demoledor. Voy a que cuando uno toma un camión (colectivo) no siempre te van a cobrar lo mismo, si alguno anda en vivaracho te tira siempre un peso más caro o 50 centavos, pero cuando uno sabe exactamente lo que corresponde para ese tramo, deberá decirle al chofer o sino quedará en el olvido y tus monedas en su bolsillo. Pero esto no es todo, porque a veces ocurre que si van pocas personas en el camión, el conductor y su “asistente” (el que grita constantemente avisándole a la gente qué trayectos recorre la chatarra móvil), ellos te obligan a bajarte y te devuelven un “proporcional” de lo que te puede llegar a cobrar el camión que viene detrás desde ese lugar donde te "despachan" hasta tu destino último. Pero como les decía antes, es común que quieran cobrarte lo primero que se les ocurra entonces no siempre coincide lo que te devuelven con lo que finalmente tiene uno que pagar por el viaje. Por lo que el aprendizaje se basa en discutirle a muerte a los del 2do camión, decirles que por favor te cobren 4 (ejemplo) porque es lo único que te queda y es lo que te devolvió el que venía adelante (y que se fue antes de terminar el recorrido a su casita); Ya me funcionó dos veces, no lo hago de tacaño, lo hago para molestarlos, son cosas que me entretienen y que terminan ameritando ser leídas por ustedes. Espero...


Nos vemos en estos días para empezar a describirles la sexta veintena. ¡Abrazo grande!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Quinta Veintena - Capítulo 2

ESPANTANDO LA CLIENTELA 
Para retomar vamos a aclarar que aquí la palabra “naco” es la que corresponde para aquellas personas que nos engañan por amor a la desidia, que se dedican a robar, que violan, que no tienen respeto por la vida ni por nadie. Dícese de los comerciantes de alma negra, como en este caso, que sin miramientos se aprovechan de saber que su cliente no es mexicano y que por eso deberá adaptarse y pagar lo que ellos crean necesario. Resulta que a unos 45 pasos de la puerta de casa tengo una despensa de barrio, la cual suele encontrarse abierta hasta eso de las 1:30am. Dicho local es “atendido” por sus propios dueños, a saber: 2 nacos, uno se hace el inocentón y otro es demostradamente despiadado (estimo que por la noche se turnan para ver quién cierra el sucucho); La cuestión fue que justo voy a comprar cigarros y un paquete de galletitas Ore oh (mi cena), y eran ya las 12:40 (aprox). Siempre supe que el gasto serían 28 pesos mexicanos (19+9), no va que el naco de sangre resuelve lúcido con un: “serían 30 amigo”, a lo que le devuelvo como un rayo:

_ Pero si las Orio están 9 y los cigarros 19, son 28 en total.

_ (se rasca la cabeza)...Pasa que después de las 12 los cigarros aumentan 1 peso…

_ ¿Y esto se cumple igual en todos  lados?

_ Sí (MENTIRA)…30 pesos por favor.

_ (con tono algo más elevado)...Me dijiste que era un peso de más, ¿son uno o dos pesos después de las 12?

_ No, me confundí, en realidad, sí, son 2 pesos más…

_ ¿Seguro?

_ Sí seguro…

_ Ahh bueno entonces (le pagué, tomé mis cosas y me fui sin saludar ja).

Como un acólito de la discusión me propuse a doblegar a mi rival, o al menos intentar generarle un sesgo negativo en su conciencia malandrina. Aunque me di cuenta que por más que uno se esmere en explicarles, si ellos ya decidieron meterte el dedo lo harán de cualquier modo, tienen un chip por demás obstinado...Desde ya que vuelvo sólo en los casos de urgencia a comprarles, como por un rollo de papel higiénico tal como pasó hace unas semanas.

GEOPOLÍTICA MARADONIANA
Continúo la misiva de este segundo capítulo con algo que podría entrar como interacción o curiosidad, título que siempre cierra los terceros capítulos, pero esta cuestión creo que merece tener un párrafo aparte algo más desarrollado.
La realidad marca que como argentinos tenemos un referente deportivo innegable, yo pondría a Ginóbili, que nos sirve como caballito de batalla a la hora de las discusiones futbolísticas, este es, Diego Armando Maradona. El tema es que los mexicanos son muy cerrados y piensan que como todos ellos lo conocen, además del planeta mismo, conocen su figura de "10" y sus logros, por eso aluden que para nosotros los argentinos él debe ser palabra santa y un verdadero ejemplo a seguir, el que nos va a poner a callar a todos mientras ora...Lo cual no, no solo que no, es así (contate otro buey), sabemos bien, ya sea por dicha serie de episodios poco fortuitos: con la cocaína, la televisión, la efedrina, los tiros a la prensa, sus desplantes, sus arrebatos, su falta de léxico para alguna vez ser mediador y no el Diego desafiantemente maleducado y prepotente que casi siempre escuchamos o vemos ("que la sigan chupando" pensará él por dentro, si bien este blog no esté a su alcance, desgraciadamente). Por lo que entonces siempre que algún local se entera mi procedencia, lo más usual y trillado es que vayamos al ejemplo Maradona, y que ellos saquen el tema, claro: "¿Pero no es qué ustedes lo aman?, ¿No es su ídolo máximo acaso?, ¿No es quién los representa mundialmente?"...No pibe, admito que es realmente desgastante dejar en claro estos puntos, pero como para que no se siga regando esta idea errónea uno procede a esclarecer mejor estos malentendidos. Primero diciendo que un deportista no puede ser ejemplo de nada más que en competencias, exceptuando casos de retiros por lesión o enfermedad que luego se revierten y hacen que el deportista pase a ser un ejemplo humano, de lucha, de persistencia, de no rendirse ni bajar los brazos. O también hacemos la salvedad en los casos de atletas solidarios, los cuales hay muchos por suerte. Segundo porque los foráneos son ignorantes pensando en que Maradona pueda ser un ícono en cuanto a forma de pensar del argentino medio,quizás lo sea pero yo no me identifico en lo más mínimo con sus dichos (estando allá, menos lo haré acá digamos); Sí, le comento a mi auditorio ocasional, su historia nos sirve de símbolo de sacrificio, del gran esfuerzo que tuvo que hacer su familia para criarlo (junto con sus hermanos), y que de esa infancia proletaria él haya logrado ser el mejor futbolista de todos los tiempos...y gracias. Con Messi debería ocurrir lo mismo, la diferencia es que el mejor jugador del mundo por suerte no habla tanto, sino sí que quedaríamos más mal parados aún intelectualmente (y por más ternura que nos pueda provocar el "veri díficul" de Charly Tévez). Pero cada vez que un mexicano me ve y se entera que soy argentino, y que posteriormente reluce su supuesta información sobre la cultura nuestra, que "todos o somos como Maradona o queremos parecernos a él, o que seguimos cada uno de sus pasos y es nuestro referente en la vida", cosas así: de verdad me preocupo por los retorcijones made in tumba de Borges, Bioy Casares, Arlt, Andahazi, Cortázar, Gelman, Walsh, Sábato, Puig o Eloy Martínez. Ni qué decir de miles más que dejaron su vida para mejorar la forma de pensarnos como sociedad, pero no....acá me quieren enredar con teorías sobre un jugadorazo de fútbol que sólo hizo eso, ¿tan mal estamos?.


LA NOCHE ES FIEL
Para la conclusión de esta entrada voy a traer a colación a mi amigo alborotado/r Manuel. Una buena noche estábamos entre argentinos, peruanos, chilenos y mexicanos, en un antro festejando el cumpleaños de una amiga y de golpe varios empezaron a irse (3am). A los pocos minutos quedábamos sólo Manuel (Mr. Perú 2010, verdad), Agustina (modelo argentina) y quién les habla (modelo 83). Entonces supimos que a pocas cuadras había otra fiesta en la cúal podríamos decir el nombre de una persona y así al menos nos dejarían pasar como invitados suyos (Germán si mal no recuerdo). Cuestión que fuimos a estirar un poco la modorra, y les aseguro que en unos 240 segundos Manu ya había dado una vueltita rápida y cayó con 2 vasos de vidrio que adentro tenían un excelente whisky y soda apenitas (un manjar); A lo que Agus y yo nos reímos como pensando que teníamos suerte de que nuestro amigo estaba inspirado y se había jugado en conseguirnos un rico trago...
Media hora después Manuel se fue sin dar explicaciones, y quedé con Agus charlando de la vida, y terminándome su whisky porque ya no quería, joya. Cuando nos movemos para apoyarnos sobre otra parte del antro, me intercepta un cabrón, grandote, de unos 36 años y me dice:
_ ¿Quién les convidó de mi botella?
_ (haciéndome el bobo) Perdón, este trago me lo convidó un amigo, no sé de qué me hablás...
_ No, no, me acaban de decir que esos tragos los sirvieron de mi botella, ¿tú vas a pagar por ellos?
_ No para nada, a mí me lo convidaron, no sé de dónde salió...Aparte ¿como sabés que mi amigo que me convidó fue el mismo que se sirvió de tu botella de whisky?...
Si bien yo ya me imaginaba que efectivamente Manu había sido el culpable, y que la acusación no era tan infundada, este tipo pareció haber sido víctima de la buena dirección que le dí a mis palabras y se sintió algo necio reclamándome por el contenido de esos vasos...
_ No lo sé pero bueno, tenía que preguntarte...
_ Ok, no hay problema, pero yo no te robé nada amigo.
_ Está bien, perdón...

Pero eso no sería todo en este antro tan especial, cuando ya el alcohol se había transformado en somnífero, decidimos irnos cada uno para su casa, entonces nos dirigimos hacia la puerta; Bajamos las escaleras como pudimos, y cuando íbamos a irnos del todo, un gigante que me cruza el brazo en el pecho y me dice:
_ ¿Pagaron la cuenta ustedes?
_ ¿Qué cuenta? (le dijimos a coro vivaz)...
_ La de su mesa...
_ Disculpe (dije con mi último respiro) pero nosotros no estábamos en ninguna mesa, somos invitados de Germán...(el tipo me miró como sin creerme).
_ No los puedo dejar salir hasta que no paguen su cuenta...
_ (Ahí Agus también se hizo notar y dijo) ¿Qué cuenta?, no te vamos a pagar ninguna cuenta, ¡porque nosotros no nos sentamos en ninguna mesa!

Antes de que el cadenero (seguridad/patovica) siga con su monólogo descerebrado apareció un RRPP que nos escuchó, creyó, y que seguidamente le dió la orden al músculoso no pensante de que nos dejara salir...


Así es, uno debe estar muy despierto porque acá se complican algunas cosas, sobre todo en la noche...
Los veo en breve con lo último que tengo para contarles de los días 80 a 100.

lunes, 3 de octubre de 2011

Quinta Veintena - Capítulo 1


POR SI FUERA POCO…

…a los hechos que han marcado mis amistades en el Distrito (distinto) Federal (y no también), vamos a añadirle una historia que aconteció en el alunizaje del miércoles anterior. Manuel from Perú venía sólo en la parte trasera del auto (del trabajo) de Santi, yo de acompañante. Como la música de Snow Patrol venía sonando muy fuerte no distinguimos eso que ocurriría. Nuestro único recuerdo era que habíamos pasado a baja velocidad delante de un grupo de travestis trabajando la troleada, alguna risa por sus atuendos exóticos y nada más. Pasó que cuando nos bajamos del auto Manu nos dice: “Brothers no me van a creer pero uno de los putos me lanzó un vaso con café y me mojó toda la remera, también se mojó un poco el asiento del carro, perdona Santi por favor, no sé porque lo hicieron brother”…El dueño del vehículo sólo esbozó una cara de disgusto efímera y todo, supuestamente, quedó en la nada (o en el tapizado). Lo cierto fue que detrás nuestro venía un amigo de Santi en otro auto, este nos siguió todo el recorrido porque no sabía cómo llegar al destino en cuestión. Cuando nos encontramos con él, lo primero que manifestó fue para Manuel: "¿qué les gritaste a los travestis para que te lanzaran ese vaso?", ahí entendimos como había sido que Manu y el auto se mancharon. Para cerrar Manu dijo: “sí hermanos, en realidad le grité puto a uno y me lanzó su vaso de café, perdón, juro que no se volverá a repetir”.


EL GRITO SIN SONIDO
 
Como alguien seguro sabrá el 15 de setiembre es una fecha muy especial para todo México. Se conmemora el grito de la independencia de este país, entonces lo corriente es que haya festejos desmedidos en todas partes, basados en una ingesta desproporcionada de alcohol, con los patriotas esbozando eventuales “viva”, México por ejemplo, y al unísono los pares contestan con un resonante “VIVAAA”, y así con cada pueblo o ciudad que quieran agraciar. De hecho las familias relucen sus dotes en la cocina y preparan pozole, tamales, ceviche, arracheras, cualquiera de sus infinitos platos con tal de pasar una noche inolvidable. Yo justo ese día trabajé así que se me hizo tarde para cocinar algo, por lo que me comí una torta de milanesa, bastante grasienta y condimentada, pero no fue impedimento para salir a ver cómo sería ese presunto festejo sin igual y que a priori tanto prometía, sobre todo en boca de cada mexicano emocionado que me preguntaba que haría para dicha noche (para "dar el grito" como dicen). A fin de cuentas íbamos a ir a una fiesta, que nos terminó quedando muy lejos y desistimos, por otro lado fuimos al depa de Manu, pero al rato nos hizo ir al del primo de un amigo de un amigo, y estos eran todos locales y estaban tomando Capitán Morgan con Cola Loca, no tenían ni hielo, ni onda, ni nada. Apenas una narguile (hookah) con tabaco mentolado que la verdad era lo único rescatable del lugar, fuera de eso mi amigo Coco Rodríguez se puso a cantar un tema suyo, pero los maleducados presentes sólo pararon su oído los primeros segundos de la canción y luego siguieron ignorando la música, es más: subieron el volumen de sus conversaciones que lo único que remarcaban era que no les gustaba la música comercial, como sintiéndose adalides de la cultura a los cuales no les importaba nada nuevo ni ajeno. Estaban dejando de lado la intención de Coco, de ponerle un poco de alegría a ese antro desagradable y hediondo al que habíamos entrado, llevados inefablemente por la emoción de Manuel quien supuso que allí estaríamos mejor que en la tranquilidad de su hogar…Lo cierto es que Coco recibió toda esa mala vibra e igualmente atinó a tocar una segunda canción, la cual apenas se robó otros segundos de atención de parte de los imberbes necios, y desde ya que sólo aplaudíamos nosotros porque ni para falsear servían estos pseudoseres (sic); Ni bien terminó esa pieza surgió de las cenizas el amigo de nuestro amigo, quién insistentemente quería que Coco le prestase su guitarra para cantarnos un tema de Sin Bandera, cansado del petitorio Coco le dio su viola, y cuando el buey este tocó el primer acorde me di cuenta de que algo andaba mal, pasaron 10 segundos de el hit de este grupo (malísimamente “interpretado”) y con Santi dijimos a coro: “Bueno, ¿vamos?”, “Sí dale”. Pero nada de lo que siguió fue lo mejor, los lugares a los que quisimos ir estaban cerrados, nadie nos invitó a otra fiesta decente ni nada. A lo que nos conformamos con unos buenos tacos de cerdo cerca de mi casa. El grito mexicano fue un fiasco sin precedentes, no escuché ni una vez a nadie gritar “Viva México”, y eso que vivo en una zona que es de las más típicas para los festejos, pero no, ni siquiera vi a un borracho caminando por la calle…Cuando estaba llegando a casa vi como acomodaban los tanques de guerra, camiones, soldados, perros, todo verde y autoritario por doquier (menos los perros claro está). Esto era porque al día siguiente también se seguiría recordando la hazaña independentista, hubiera sido divertido ir a ver en acción a toda esta parafernalia intimidatoria, pero no acudí porque ya había sido demasiado con la decepcionante noche del no grito (del grito ahogado), por lo que me encerré en mi fcbk y mi tuiter, en mi lejanía, en las mil formas de mi solitaria existencia que quise para ese día.

TOP SECRET

Quizá algún desprevenido no esté al tanto de que me encuentro trabajando, no importa desde cúando, ni dónde, ni cómo...ya les contaré bien. No saco a la luz estas cuestiones laborales porque no estoy 100% en condiciones de alardear ni nada, más que nada porque el tramiterío legal es engorroso y parsimonioso, y porque no quiero ser monitoreado merced a mi bendito blog. Pero sí quería transmitirles una serie de indignantes sucesos, en referencia a los pasos que uno debe seguir para lograr ponerse el día, para poder trabajar legalmente en México. Para empezar podría contarles que el número telefónico, que no es gratuito, de la Secretaría de Hacienda es atendido por una operadoda automática que deja mucho que desear en materia practicidad y facilidades para con el extranjero. Lo mismo para comunicarse con la Secretaría de Relaciones Exteriores, son muchas las opciones del conmutador, unas 15 digamos, hasta que por fin uno puede oír una voz humana con la cual intentar evacuar sus dudas (aunque nada es seguro). Entonces uno pacientemente debe escuchar cada opción, ir marcando la que crea correspondiente y rezarle a los santos para que sea, porque sino la llamada se corta sola de inmediato, y hay que volver a poner las 3 monedas de un peso y empezar de cero; Eso me pasó en el primer intento, en el segundo fui paso por paso con paciencia budista hasta que..."¡Eureka!" desemboqué en una mujer que me preguntó en qué podía servirme, cuando le expreso mi inquietud, me doy cuenta de que ella no me oía porque sólo decía "Hola" repetidamente, por lo que induje que no funcionaba el fucking altavoz, tres pesos más a la basura y a caminar 2 cuadras hasta dar con otro teléfono público que funcione. En el tercer intento, logro conciliar mi enojo e ir nuevamente siguiendo las instrucciones del conmutador, cuando vuelvo a oír una voz femenina en vivo y en directo esta me dice que espere, que iba a fijarse bien con quién debía yo comunicarme para que respondan mi pregunta...Pasaron 2 minutos y me dice "aguarde en línea por favor que para ese trámite debe comunicarse con el sector de migraciones", "ok" le digo, música funcional de por medio fueron otros 3 minutos más, cuando me atiende otra mujer y vuelvo a vomitar mi necesidad, ella empieza a explicarme como se desarrolla el trámite y de repente me corta; Literalmente, se escuchó como encajó el tubo del teléfono con torpeza, como si un secuestrador la hubiera obligado a cortar la comunicación. Así podrán imaginarse también con la brusquedad que colgué yo el tubo con el que estaba hablando, fue tremendamente descortés (no cortés, Alberto).


En fin...por haber sido operador telefónico entendí que lo ocurrido estaba en las posibilidades. Por diversos motivos dejé de intentar comunicarme con estas secretarías, entre ellos debido a que encontré otra forma mejor para finiquitar estos trámites...ya sabrán cúal...
Nos leemos en unos días en el 2do capítulo.