INTERACCIONES Y CURIOSIDADES
Para concluir he de relatar sobre una rareza sin igual, o al menos un rasgo de la desesperación humana nunca antes visto por este humilde servidor. Venía viajando en el Metro, tranquilo, volvía de la oficina de Migraciones, y en la estación Constituyentes sube a mi vagón un buey de unos 36 años con un bollo de tela en una de sus manos; Este muchacho comenzó a hablar sobre lo importante que era que lo ayudasen para poder mantener y alimentar a su familia, siendo ignorado sustancialmente por su casual auditorio (nadie siquiera lo miraba), hasta que una vez finalizado su ruego extendió sobre el piso eso que traía en su poder: una remera negra que una vez desplegada dejaba ver vidrios hechos trizas (de botellas, gafas y otras cosas). Seguidamente el pobre hombre pegó un salto de espaldas hacia la amenazante caterva vidriosa, por supuesto que el ruido fue notorio más cruel, y sumido en su inconsciencia comenzó a manearse sobre la vidriería incluso. De más está decir que la atención de quiénes estábamos en el tren ya pertenecía casi en su totalidad a la locura de este hombre y a lo que se dispuso a hacer. Por lo que cuando se levantó varios le dimos monedas, colaborando con su causa, hay que decir que al menos en su espalda no había más que un par rasguños que no dejaban ver rastros de sangre alguno. De cualquier modo el hombre este no pareció conforme con el puñado de vil metal recaudado, además de que debe haber sentido en su ser una huella mental de lo que implica la paja en el ojo ajeno (a todo vapor), la mirada inquisidora de sus coates (yo no porque estaba mitad risueño y mitad desprevenido de lo que estaba observando, siempre disimuladamente,claro está). Como decía, este tipo no se veía a gusto luego de la vibración recibida y se despidió del vagón con una confusa frase, luego de recoger sus elementos de subsistencia, que me dejó más confundido aún: “Que Dios se los pague” profirió a viva voz aunque con un tono de resignación inconfundible…
En segundo lugar quiero revivir algo de lo que fue la fiesta de cumpleaños de una srta. de Puerto Rico, la cual no sé cuántos cumplió, cantante ella, y en pareja con un chileno muy buena onda. Llevado por mi amigo Coco Rodríguez, fuimos al hogar que comparte esta feliz pareja, que por cierto quedaba a sólo unas 3 calles del departamento de Coco. Entramos atravesando una imponente puerta de madera, símil a la de los castillos, y una vez dentro había una gama extensa de gente diversa. Pocos de los concurrentes podía uno establecer con seguridad que eran mexicanos, no sé si por suerte o no a esta altura, lo cierto fue que lo primero que hizo el anfitrión fue llevarme a la mesa de las bebidas para convidarme algún brebaje; Desgraciadamente no encontramos el sacacorchos por ninguna parte, había unos vinos que prometían mucho, así que mi primera opción fue probar un licor llamado “Disaronno” (creo que no está en Argentina, bah no lo recuerdo en realidad). Empero ese líquido elemento me generó algo parecido a primer mezcal en el D.F., fue una sensación de dulzor empalagoso pero que a la vez bloqueaba cualquier otra sensación que la de estar tomando algo extraño y que evidentemente no hacía bien. Me tomé el primer vaso como quién no quiere la cosa, combinado con coca loca (gaseosa/refresco), y cuando me serví el segundo vaso y me dispuse a tomarlo me di cuenta de que realmente era peligroso, además de advertir que la botella estaba prácticamente llena, por lo que si nadie lo tomaba era porque algo turbio escondía. Me serví un etiqueta negra y ya…
El festejo de la anfitriona incluía el estreno íntimo del videoclip y primer corte de su nueva producción, a lo que obligados nos tuvimos que acomodar como pudimos, silenciarnos, y prestar ojos y oídos. Me gustó ver cómo ella disfrutaba igual o más que el resto, lo cierto fue que en la inmensidad de pantalla que vimos el video (parecía de 309 pulgadas), Francis Brunette realmente parecía una artista consagrada de primer nivel mundial, y lo bien que hizo. Finalizó la canción y todos aplaudimos, en total había unas 50 personas en la fiesta, ella se mostró muy contenta…A continuación también le dieron play al video “Bella”, hit de Coco, quién posteriormente también recibió sus merecida ovacioncita (más abajo les dejo los enlaces para que escuchen, a alguno que otro/a seguro les gustará). Todos contentos indudablemente, vuelvo a la mesa de los alcohólicos y ya no había más de ese whisky que venía tomando, por lo que opté por probar un tequila que andaba por ahí sin mucho rating entre los invitados; Apenas el trago pasó por mi garganta pude advertir como subía mi cena con ansias de verse expulsada de mi cuerpo, recuerdo que había comido unos medallones de merluza con choclo y puré, pero de algún lado misterioso pude sacar la inspiración y el disimulo suficiente como para no dejar un souvenir en el medio del living de esa hermosa posada de piso plastificado. Creo en los milagros, pero la realidad es que sería un milagro poder tomar tequila, mi organismo no lo tolera, si bien me han dicho que hasta que no pruebe uno bueno no puedo opinar, porque abundan los baratos y no se comparan con los que realmente le hacen honor a su nombre.
Ya los venenos hacían algún que otro efecto poderoso así que procuré seguir tomando solamente gaseosa, porque sólo quedaban mezcales y tequilas; Me dirigí hacia la terraza ya que abajo sólo quedaban unas 15 personas y ninguno parecía estar disfrutando demasiado de la velada. Una vez arriba la noche tomó otro rumbo un poco más humorístico por así decirlo, empezó a darse una comunión de etnias y culturas por demás latina y divertida. Por un lado había unos mexicanos bien chingones, entre ellos el flaco que rapper que aparece en video de Francis el cual se puso a improvisar y escupió rimas realmente impresionantes. Por otro lado había dos directores de cine, uno de Puerto Rico y otro de Cuba, ambos se pusieron a hablar conmigo llevados por la curiosidad de escuchar idioteces made in Argentina, y tuvieron su merecido. A tal punto de que a la media hora ya estábamos hablando de Antonioni, Lynch, Kubrick, Kusturica, Larry Charles entre otros, después les batí un par de chistes sobre Fidel Castro que al principio no se entendieron pero con el correr de las sandeces se pudo interpretar mejor. Estos bueyes tenía más de 40 años y la verdad que parecían niños, lo único malo fue que no estaban filmando ninguna película, porque fue necesario que me presente como actor (por más que ya me retiré hace rato je). Sumado a que allí arriba la mota fluía como un viento depuradamente ancestral, había entre otros músicos, modelos y actores, un chabón, hay que decirlo así porque era argentino, que ni bien subió a la terraza gritó efusivamente para que todos oigamos:
_ ¡¡Loco no digan nada de la cara que traigo porque estoy re duro, estoy a pleno por culpa de haber probado la mejor coca de México JA JA JA!! (lo dijo esnifando y con una cara de enfermo sacado que creo no haberle visto a nadie jamás)…
Algunos (yo) reímos, lo cierto es que fue un tanto desubicado el comentario ácido de este hombre de cemento. Resultó ser un conocido de Coco así que nos pusimos a platicar con este personaje altamente tóxico y atolondrado, en eso se puso a contar una historia de drogas, bla bla bla, aunque reconozco que tenía talento para hacer reír, gracias también a su voz desgarrada y de borracho empedernido. De repente me pregunta de qué equipo era, cuando le digo River Plate se larga a reír y a los minutos se puso a contar sus andanzas como integrante de “La 12” (la barrabrava de Boca Juniors para algún desprevenido). A lo que concluyó diciendo que él era uno de los que peor se portaba, por ejemplo dijo que en “Caix” (boliche porteño ya extinguido) él era uno de los que batía el champagne y se los tiraba a la gente, recuerdo muy claro que tuve, ya que una vez estuve ahí y me indigné con la impunidad que esa manga de delincuentes tenía…pensar que este loquillo era uno y después tenerle riéndose como hiena al lado mío fue un sentimiento encontrado bastante fuerte. Sobre las 4:30am ya quedábamos pocos, la dueña de casa volvió a hacernos mirar el video, de igual forma con el de Coco, y después de probar unas botanas increíbles emprendimos la retirada con mi amigo peruano...
PERSPECTIVAS DE APRENDIZAJE
Siempre se aprenden muchas cosas o al menos quedan resabios a respetar ineludiblemente. Por ejemplo aprendí que en los canales de cable del Cablevisión mexicano hay algunas señales que tienen películas memorables, se ven joyas del cine de todos los tiempos, tuve la suerte de ver: “Drácula de Bram Stoker”, “Ed Wood”, “Hechizo del tiempo”, “Tiempo de gitanos”, “Tercipelo Azul”, y muchas más. Además de que todas vienen con subtítulos en letrita amarilla como verlos mejor que nunca. Así que el aprendizaje se basa en que ya no voy preocuparme mucho cuando ya haya apagado la computadora y padezca de insomnio. Bien.
Asimismo comprendí que el aprovechamiento de las situaciones que suelen verse aquí es demoledor. Voy a que cuando uno toma un camión (colectivo) no siempre te van a cobrar lo mismo, si alguno anda en vivaracho te tira siempre un peso más caro o 50 centavos, pero cuando uno sabe exactamente lo que corresponde para ese tramo, deberá decirle al chofer o sino quedará en el olvido y tus monedas en su bolsillo. Pero esto no es todo, porque a veces ocurre que si van pocas personas en el camión, el conductor y su “asistente” (el que grita constantemente avisándole a la gente qué trayectos recorre la chatarra móvil), ellos te obligan a bajarte y te devuelven un “proporcional” de lo que te puede llegar a cobrar el camión que viene detrás desde ese lugar donde te "despachan" hasta tu destino último. Pero como les decía antes, es común que quieran cobrarte lo primero que se les ocurra entonces no siempre coincide lo que te devuelven con lo que finalmente tiene uno que pagar por el viaje. Por lo que el aprendizaje se basa en discutirle a muerte a los del 2do camión, decirles que por favor te cobren 4 (ejemplo) porque es lo único que te queda y es lo que te devolvió el que venía adelante (y que se fue antes de terminar el recorrido a su casita); Ya me funcionó dos veces, no lo hago de tacaño, lo hago para molestarlos, son cosas que me entretienen y que terminan ameritando ser leídas por ustedes. Espero...
Nos vemos en estos días para empezar a describirles la sexta veintena. ¡Abrazo grande!
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