POR SI FUERA POCO…
…a los hechos que han marcado mis amistades en el Distrito (distinto) Federal (y no también), vamos a añadirle una historia que aconteció en el alunizaje del miércoles anterior. Manuel from Perú venía sólo en la parte trasera del auto (del trabajo) de Santi, yo de acompañante. Como la música de Snow Patrol venía sonando muy fuerte no distinguimos eso que ocurriría. Nuestro único recuerdo era que habíamos pasado a baja velocidad delante de un grupo de travestis trabajando la troleada, alguna risa por sus atuendos exóticos y nada más. Pasó que cuando nos bajamos del auto Manu nos dice: “Brothers no me van a creer pero uno de los putos me lanzó un vaso con café y me mojó toda la remera, también se mojó un poco el asiento del carro, perdona Santi por favor, no sé porque lo hicieron brother”…El dueño del vehículo sólo esbozó una cara de disgusto efímera y todo, supuestamente, quedó en la nada (o en el tapizado). Lo cierto fue que detrás nuestro venía un amigo de Santi en otro auto, este nos siguió todo el recorrido porque no sabía cómo llegar al destino en cuestión. Cuando nos encontramos con él, lo primero que manifestó fue para Manuel: "¿qué les gritaste a los travestis para que te lanzaran ese vaso?", ahí entendimos como había sido que Manu y el auto se mancharon. Para cerrar Manu dijo: “sí hermanos, en realidad le grité puto a uno y me lanzó su vaso de café, perdón, juro que no se volverá a repetir”.
EL GRITO SIN SONIDO
Como alguien seguro sabrá el 15 de setiembre es una fecha muy especial para todo México. Se conmemora el grito de la independencia de este país, entonces lo corriente es que haya festejos desmedidos en todas partes, basados en una ingesta desproporcionada de alcohol, con los patriotas esbozando eventuales “viva”, México por ejemplo, y al unísono los pares contestan con un resonante “VIVAAA”, y así con cada pueblo o ciudad que quieran agraciar. De hecho las familias relucen sus dotes en la cocina y preparan pozole, tamales, ceviche, arracheras, cualquiera de sus infinitos platos con tal de pasar una noche inolvidable. Yo justo ese día trabajé así que se me hizo tarde para cocinar algo, por lo que me comí una torta de milanesa, bastante grasienta y condimentada, pero no fue impedimento para salir a ver cómo sería ese presunto festejo sin igual y que a priori tanto prometía, sobre todo en boca de cada mexicano emocionado que me preguntaba que haría para dicha noche (para "dar el grito" como dicen). A fin de cuentas íbamos a ir a una fiesta, que nos terminó quedando muy lejos y desistimos, por otro lado fuimos al depa de Manu, pero al rato nos hizo ir al del primo de un amigo de un amigo, y estos eran todos locales y estaban tomando Capitán Morgan con Cola Loca, no tenían ni hielo, ni onda, ni nada. Apenas una narguile (hookah) con tabaco mentolado que la verdad era lo único rescatable del lugar, fuera de eso mi amigo Coco Rodríguez se puso a cantar un tema suyo, pero los maleducados presentes sólo pararon su oído los primeros segundos de la canción y luego siguieron ignorando la música, es más: subieron el volumen de sus conversaciones que lo único que remarcaban era que no les gustaba la música comercial, como sintiéndose adalides de la cultura a los cuales no les importaba nada nuevo ni ajeno. Estaban dejando de lado la intención de Coco, de ponerle un poco de alegría a ese antro desagradable y hediondo al que habíamos entrado, llevados inefablemente por la emoción de Manuel quien supuso que allí estaríamos mejor que en la tranquilidad de su hogar…Lo cierto es que Coco recibió toda esa mala vibra e igualmente atinó a tocar una segunda canción, la cual apenas se robó otros segundos de atención de parte de los imberbes necios, y desde ya que sólo aplaudíamos nosotros porque ni para falsear servían estos pseudoseres (sic); Ni bien terminó esa pieza surgió de las cenizas el amigo de nuestro amigo, quién insistentemente quería que Coco le prestase su guitarra para cantarnos un tema de Sin Bandera, cansado del petitorio Coco le dio su viola, y cuando el buey este tocó el primer acorde me di cuenta de que algo andaba mal, pasaron 10 segundos de el hit de este grupo (malísimamente “interpretado”) y con Santi dijimos a coro: “Bueno, ¿vamos?”, “Sí dale”. Pero nada de lo que siguió fue lo mejor, los lugares a los que quisimos ir estaban cerrados, nadie nos invitó a otra fiesta decente ni nada. A lo que nos conformamos con unos buenos tacos de cerdo cerca de mi casa. El grito mexicano fue un fiasco sin precedentes, no escuché ni una vez a nadie gritar “Viva México”, y eso que vivo en una zona que es de las más típicas para los festejos, pero no, ni siquiera vi a un borracho caminando por la calle…Cuando estaba llegando a casa vi como acomodaban los tanques de guerra, camiones, soldados, perros, todo verde y autoritario por doquier (menos los perros claro está). Esto era porque al día siguiente también se seguiría recordando la hazaña independentista, hubiera sido divertido ir a ver en acción a toda esta parafernalia intimidatoria, pero no acudí porque ya había sido demasiado con la decepcionante noche del no grito (del grito ahogado), por lo que me encerré en mi fcbk y mi tuiter, en mi lejanía, en las mil formas de mi solitaria existencia que quise para ese día.
TOP SECRET
Quizá algún desprevenido no esté al tanto de que me encuentro trabajando, no importa desde cúando, ni dónde, ni cómo...ya les contaré bien. No saco a la luz estas cuestiones laborales porque no estoy 100% en condiciones de alardear ni nada, más que nada porque el tramiterío legal es engorroso y parsimonioso, y porque no quiero ser monitoreado merced a mi bendito blog. Pero sí quería transmitirles una serie de indignantes sucesos, en referencia a los pasos que uno debe seguir para lograr ponerse el día, para poder trabajar legalmente en México. Para empezar podría contarles que el número telefónico, que no es gratuito, de la Secretaría de Hacienda es atendido por una operadoda automática que deja mucho que desear en materia practicidad y facilidades para con el extranjero. Lo mismo para comunicarse con la Secretaría de Relaciones Exteriores, son muchas las opciones del conmutador, unas 15 digamos, hasta que por fin uno puede oír una voz humana con la cual intentar evacuar sus dudas (aunque nada es seguro). Entonces uno pacientemente debe escuchar cada opción, ir marcando la que crea correspondiente y rezarle a los santos para que sea, porque sino la llamada se corta sola de inmediato, y hay que volver a poner las 3 monedas de un peso y empezar de cero; Eso me pasó en el primer intento, en el segundo fui paso por paso con paciencia budista hasta que..."¡Eureka!" desemboqué en una mujer que me preguntó en qué podía servirme, cuando le expreso mi inquietud, me doy cuenta de que ella no me oía porque sólo decía "Hola" repetidamente, por lo que induje que no funcionaba el fucking altavoz, tres pesos más a la basura y a caminar 2 cuadras hasta dar con otro teléfono público que funcione. En el tercer intento, logro conciliar mi enojo e ir nuevamente siguiendo las instrucciones del conmutador, cuando vuelvo a oír una voz femenina en vivo y en directo esta me dice que espere, que iba a fijarse bien con quién debía yo comunicarme para que respondan mi pregunta...Pasaron 2 minutos y me dice "aguarde en línea por favor que para ese trámite debe comunicarse con el sector de migraciones", "ok" le digo, música funcional de por medio fueron otros 3 minutos más, cuando me atiende otra mujer y vuelvo a vomitar mi necesidad, ella empieza a explicarme como se desarrolla el trámite y de repente me corta; Literalmente, se escuchó como encajó el tubo del teléfono con torpeza, como si un secuestrador la hubiera obligado a cortar la comunicación. Así podrán imaginarse también con la brusquedad que colgué yo el tubo con el que estaba hablando, fue tremendamente descortés (no cortés, Alberto).
En fin...por haber sido operador telefónico entendí que lo ocurrido estaba en las posibilidades. Por diversos motivos dejé de intentar comunicarme con estas secretarías, entre ellos debido a que encontré otra forma mejor para finiquitar estos trámites...ya sabrán cúal...
Nos leemos en unos días en el 2do capítulo.
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