INTENTANDO PASOS FIRMES
Las emociones son efímeras ya que abren paso a otras nuevas, todas guardan esfuerzos renovadores en torno soluciones viables para conseguir al fin un digno puesto de trabajo. Cada minuto sociabilizador lleva consigo intrínseca una ayuda que me abriría las puertas al quedarme aquí mucho más tiempo (si bien siempre ocurre algo que disminuye su poder de alcance concreto). De igual forma existen factores que hacen las veces de bajativo, más que nada al considerar ciertas actitudes abundantes entre los mexicanos…Ya por el sólo hecho de que cada vez que uno pregunta alguna dirección, calle o referencia geográfica debe de corroborar con al menos 3 o 4 entes diferentes, debido a que por más que desconozcan las coordenadas que uno les consulta ellos no vacilan en indicar trayectos imaginarios o ficticios (por eso hay que cerciorarse preguntándole a otros transeúntes).
Lo importante es que llegué vivo para garabatearles mis vivencias queridos amigos, fajándome del delirante D.F., sus hermosuras naturales y las no tanto. Es asiduo salir a caminar y notar que las portadas de los diarios se componen casi siempre de lo mismo, y hacen que me sea ineludible tener que mencionar que en otras zonas del país los decesos ocurren cada día (lo que se dice “moneda corriente”). Acapulco, Monterrey, Oaxaca, Nuevo León, entre muchos lugares del norte mexicano siguen saldando muertos a raíz de una cruenta guerra civil que no sólo involucra a los narcos y la policía sino que también arrastra infinidad de víctimas inocentes. Contra eso no hay libertad que sea divina, ciudadanos del norte me afirmaron que por más precaución que uno tenga, los disparos provienen de puntos disímiles y comienzan de un momento a otro, por lo que la vía pública poco puede tener de segura en dichos estados (muchos de ellos son epicentros turísticos).
A pocas calles de allí fue un bálsamo divisar La Plaza de los hidalgos, cuyo centro cuenta con una cautivante fuente por demás tranquilizadora (fotos). No caben dudas, aquí la gente no oculta sus sonrisas cuando pasa por allí, si bien desde el cielo los chispazos volvían a cada rato.
Por otro lado se cumplió mi estadía en la coquetísima Colonia Condesa, el agradecimiento eterno a Juana, mi concubina durante las primeras 3 semanas, también una mención especial a su paciencia de nodriza. Afortunadamente el viernes 15 de julio terminé de mudar mis elementos, en su "depa" Lalo y Roby me aceptaron como “roomie” por el mes subsiguiente, ahora reposo mi ser en la Colonia Escandón que se encuentra al lado de Condesa, se trata también de un barrio muy tranquilo y que tiene todo lo necesario cerca (los amigos también); Quizá el único inconveniente para establecerme en total comodidad era que no contaba con un colchón donde dormir, menos una cama, hasta comprármelo decidí desafiar mi cuerpo y dormir en un sillón que si ustedes lo vieran me dirían que, según mi contextura física, iba a ser una empresa bien embarazosa el lograr adecuarme al mueble en cuestión. Sobreviví por unos 5,6 días y logré hacerme de un mini sillón-cama, propiedad de mi amigo Coco Rodríguez, por cierto un músico peruano con una combinación de canciones aptas para cachondear a todo México (y más).
AFILIANDO CULTURAS CON LAS COYUNTURAS
En estos segundos “20 días” no cesé de descubrir lugares “chidos”, ni tampoco de advertirme sobre otros algo más peligrosos; Entre los destacados hubo algunos que hicieron sentir a mi alma como si levitase de vivacidad, sea por ostentar impactantes sentidos arquitectónicos, o por los descaros naturales sin igual complicando la falta de belleza que es la contaminación de calles y personas. Bajo ningún concepto la imponencia de los rascacielos opaca estas sensaciones, dichos descaros se comparan con la frase típica que afirma que este es “el país más hermoso del mundo” (oída en varias ocasiones). El caso del Parque México es evidente (foto), este bonito sitio es utilizado para actividades de todo tipo, por ejemplo vi jóvenes jugando al fútbol bajo los fulgurantes rayos del sol y corriendo sobre un cemento recalcitrantemente duro.
De hecho tuve el agrado de volver al proverbial parque, llevado por Juana un lluvioso domingo; Lo cierto es que este día de la semana concurren unas 40 personas, bien dispuestas para bailar tangos y milongas, desde las 5 de la tarde hasta las 9 o 10 de la noche. Un toldo resistente cubría la “pista” del agua, concentrada en seguirse acumulando en cada pliegue, cada unos 15 minutos el techo se recargaba de líquido y el mismo drenaba por alguno de sus vértices y salpicaba dentro (en estos casos siempre hubo alguien alerta para “trapear” con el lampazo y despejar el mineral amenazante). Entre cada pieza musical aparecía Bob Marley y su “Could you be loved” para indicar que el descanso-intervalo llegaba, o que los aprovechadores tendrían su minuto de gloria para intentar hacer mella en un corazón desprevenido; Continuaban los pactos entre las cinturas y los cuartetos de pies camino a concertar ser uno, mientras yo omnisciente me encargaba de la prodigiosidad de ser el único matero presente, y de convidarle a quién quisiera tomar (como para darle más identificación a la reunión). El disfrute de escuchar “Naranjo en Flor” o “La última curda” no era pertinente sólo a los danzarines, a mí me produjo una sana nostalgia que a los pocos segundos me pude ver en algún lugar recóndito de Argentina, además de que el mensaje poético proferido por sus autores tomaba un significado extra al ahondar en el tono y la expresividad de sus palabras. Por cierto bajo la calidez de dicho encuentro los argentos siempre son minoría (pero están, Perón está je), prevalecen los locales animando la tarde, dándole rienda suelta a la seducción y el intimismo de nuestros ritmos.
Sin dudas lo más rutilante de esta jornada fue conocer, apenas (menos mal), a un perverso personaje mexicano llamado Lou, de unos 60 años, con un tapado negro de cuero tipo Roberto Piazza (Matrix), con voz ronca de ron y con un parecido interesante a Mickey Rourke y a su endeble rostro manoseado por los quirófanos. Escabulléndose entre la gente el señor llegó hacia mí para sentarse en mi mismo banco, saludó con su cabeza y me preguntó:
_ Disculpa amigo ¿qué es eso que estás tomando? (señalando el mate)
_ Es mate, ¿quiere probar?, está bueno.
_ ¿Y qué efecto tiene?
_ Efecto…estem…y no sabría decirle exactamente, es como el café pero más sano, es un antioxidante, es natural, se toma con agua caliente.
_ Pero, pero… ¿y qué hace?
_ No, no hace nada, no es como el Tequila o el mezcal, no es para irse de fiesta ni nada, es para relajarse, para estudiar o leer algo como el diario, para dialogar, para pasar un rato y bajar un poco la ansiedad, básicamente es para estar calmo yo diría, ¡o para empezar el día bien despabilado!
_ Ah bueno, a ver convídame uno por favor, ¿Cómo te llamas?…
_ Gonzalo es mi nombre ¿el suyo?
_ Yo me llamo Lou…
_ ¿Se escribe así cómo el del artista Lou Reed?
_ (Sonríe con cara de ebrio con plata)...Tú sí que sabes amigo Gonzalo…
Le devuelvo la sonrisa, de inmediato me pongo a cebarle mate para que tome por primera vez en su vida, de reojo veo que el señor se detiene a mirar a una amiga de Juana, la Chimi, y seguidamente me toca el hombro, cuando lo miro este estira su cuello en dirección a donde estaba bailando Chimi y dice:
_ Que linda está esa chava realmente, ¿la conoces? ¿es amiga tuya?
_ Sí, bah en realidad la conozco hace poco pero sí…es argentina como yo.
_ ¿Podrías presentármela Gonzalo?
_ Por poder puedo amigo pero, sin ánimos de ofender Lou, a ella le gustan hombres más jóvenes que usted, no es que tú no seas lo suficientemente apuesto, el tema es que ella tiene sólo 23 años y sale con gente su edad, o como mucho un par de años más… ¿me explico?
_ Sí, sí, entiendo, igualmente…qué hermosa que es ¿verdad?...
_Sí, sí, es mona la Chimi…
...A fin de cuentas este hombre no se detuvo en ningún momento, el parloteo totalizó poco menos de 3 horas donde Lou siguió platicándome sobre sus deseos de tener a la Chimi para su intimidad, sea como sea no le di ni un mínimo de espacio en pos de esa ilusión (fue realmente penoso oír las plegarias de este buey para convencerme de que le de el número de la Chimi, aldededor de 30 minutos se extendió en ese pedido absurdo). La continuidad de nuestra charla incluyó temas como la política argentina y mexicana, las exportaciones, las crisis, las comidas típicas, el asado, los viajes del susodicho por todo el mundo, los lugares obligatorios que México invita a conocer, su paso como vendedor para la GM, y frases de todo tipo, como ser: “el pasado y el futuro no son importantes, lo que cuenta es el presente, el hoy y el ahora” tiró el don. En ese largo intervalo fueron muy pocos los mates que otros pudieron tomar, ya que a mi ocasional amigo le gustó mucho nuestra infusión y no se dignaba a decir el “gracias” correspondiente que detendría el convite, además de que el agua ya estaba fría. Hasta la última gota, de lluvia y del termo, prosiguió aceptando…Me dio el número fijo de su casa para que al siguiente jueves lo llame, su idea era tomar unos mezcales cerca de su casa, aunque algo me dijo que no era lo ideal y no me comuniqué más con él, mi intuición no le dio la derecha a su halo de soledad rencorosa, por así decirlo…
Continúa el siguiente capítulo en horas...
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